La indignación politiza el Carnaval de calle de Brasil

blocogentrificacion

publicado en eldiario.es el 08/03/2014

Decenas de blocos activistas mezclan Carnaval con reivindicaciones políticas. Del #OcupaCarnaval de Río de Janeiro a blocos contra el Mundial, la gentrificación o el mal funcionamiento del transporte público,Brasil ha vivido el primer Carnaval político desde la época de la dictadura. 

Por Bernardo Gutiérrez

El disfraz es un edificio. Las armas son lúdicas. Y el espacio de batalla es móvil y fluctuante: un ‘bloco’ de carnaval’  (una especie de comparsa que desfila por las calles con espontaneidad). La escena tuvo lugar el pasado 15 de febrero, en la ciudad brasileña de Recife, capital del nordestino Estado de Pernambuco. El bloco carnavalesco Empatando tua Vista fue una iniciativa del colectivo Direitos Urbanos, uno de los protagonistas de las revueltas en dicha ciudad. Su objetivo – denunciar la gentrifización y la intensa especulación inmobiliaria que azota la urbe- no era una novedad. Pero el formato de la protesta, sí: un bloco activista. Los carnavales políticos, habituales durante la dictadura brasileña, habían pasado a la historia. Y la mercantilización y cierta banalización del carnaval brasileño – cercado en sambódromos y estructuras jerárquicas – habían apagado casi las reivindicaciones sociales de los blocos. Pero algo ha cambiado radicalmente desde la explosión de las denominadas ‘jornadas de junio’ que llevaron a millones de brasileños a las calles a partir de junio de 2013. El Carmaval vuelve a ser política. El bloco se transforma en un batallón creativo.

Carnavalizar la política era un deseo / estrategia de los nodos de Occupy en Brasil desde 2012. Las estructuras carnavalescas – principalmente el bloco – eran el laboratorio de algunos miembros del Partido Pirata y Anonymous. Llegaron a crear, incluso, el grupo Bloco Livre Brasil en Facebook y la red libre N-1.cc. El imaginario / táctica era simple: el bloco sería en Brasil lo que las acampadas fueron en el 15M u Occupy. El bloco como epicentro líquido, móvil, encajaría mejor con el carácter de Brasil. Pero la estrategia no salió del papel / píxel. Y tuvieron que llegar las revueltas orgánicas y desconcertantes que todavía sacuden Brasil para sacarse de la chistera el espíritu rebelde que siempre tuvo el Rey Momo. Las revueltas del Passe Livre se llenaron de coros, cantos y estrofas profundamente políticas. Políticamente incorrectas, ácidas, sin tapujos. El estudio la Manifestación a través de la música es un minucioso paseo por los instrumentos, formatos, paisajes sonoros y letras de las «marchinhas» (uno de los tipos de canción más típicos del Carnaval) cocinadas bajo el imaginario #VemPraRua de las jornadas de junio. Letras remezcladas de anuncios, como el Vem Pra Rua. O ataques frontales a políticos, como la marchinha Cabral, é ditador (en alusión al Gobernador de Río Sérgio Cabral). ¡Más trompetas, que es la guerra!

Nada es casualidad: el caldo de cultivo político-carnavalesco estaba sembrado hace meses. Las jornadas de junio fueron el embrión. El Coletivo Mariachi, por ejemplo, llegó a invadir el Palácio de Guanabara (Gobierno de Río de Janeiro) a ritmo de carnaval, en una acción que se viralizó en septiembre de 2013. Y llegó a circular un Manifiesto Carnavalista que defendía el uso del espacio público y se transformó en bloco-manifestación en São Paulo.

Ocupa Carnaval

Bloco Cabralhada, rodeando una sede de la Policía Militar (PM) en Río de Janeiro.

Y el Carnaval indignado, en medio de una contundente huelga de barrenderos en Río de janeiro, llegó. Era inevitable. Mujeres Black Bloquinhas (estética black blocs). Carteles con los gritos e imaginarios de junio («passe livre», «tarifa zero», «VemPraRua», «vândalos» ….). Blocos como Nao Vai Ter Xota («no va a haber vagina»), que ficciona un Mundial de Fútbol con prostitutas en huelga y remezcla el popular #NãoVaiTerCopa. Y el activista-humorista Rafucko, que hackea en su CarnaVÂNDALO las letras de las marchinhas más clásicas convirtiéndolas en hits políticos. Pero el carnaval de 2014 es mucho más que un conjunto de insurgencias poéticas, remezclas semánticas y disfraces. Mucho más que carteles y disfraces. Se ha convertido en acción política. En táctica. En estrategia-puente. De hecho, el hashtag #OcupaCarnaval es una ágora de una buena parte de las acciones políticas del Carnaval.

Por un lado, se lanzó un Manifiesto Ocupa Carnaval: «Abajo los torniquetes (catracas, palabra imán de las jornadas de junio) que transforman la ciudad en un gran negocio donde el lucro prevalece sobre la vida, donde el dinero es más libre que las personas». Y #OcupaCarnaval se convirtió en un nuevo eje, mezcló manifestaciones y blocos en Río de Janeiro y creó un off Carnaval en toda regla con decenas de blocos-manifestaciones enredadas. Blocos sorpresa, transversales, imprevisibles, que desbordan las reglas del juego. La Guerrilla de Lawrence de Arabia, atacando donde menos se la espera. Los blocos usando su arma, como en el texto de Lawrence: la capacidad de transformar a cada individuo en un simpatizante y amigo. Una imagen: aquellos foliões (personas disfrazadas, fiesteros) del Colectivo Mariachi dando un abrazo colectivo a los guardias de seguridad del Palacio del Gobernador. Otra imagen: el bloco Cabralhada rodeando durante ese Carnaval una comisaría de la Policía Militar de Río de Janeiro y pidiendo su extinción (vídeo). Y el bloco parodia Comuna que Pariu (juego de palabras con la Comuna de París) que lanza dardos contra la FIFA y Gobiernos varios: «No jodas, FIFA / Globo y el capital (Não vai ter Copa!) / Soy comunista / En vez de estadio quiero tener más hospitales / la revolución es la Copa que parió».

tarifazero

Foto: Autobús sin «catracas» de Tarifa Zero BH

Pero el Carnaval de los «vándalos» no se limita a Río de Janeiro. En todo Brasil han surgidos muchísimas acciones ocupando el carnaval. Sin duda, el imaginario del Passe Livre y de la movilidad urbana es uno de los grandes comunes. El bloco Pula Catraca, de la red Tarifa Zero de Belo Horizonte, no sólo ha compuesto una marchinha pegadiza sino que ha fletado un autobús sin «catracas» (libre) que ha deambulado por la ciudad durante días. En Bahía han ocupado las calles los blocos Chama na Catraca (llama en el torniquete) o el Pipoca Indignada (palomita indignada). En São Paulo, el Bloco do Mal, Ocupa Você Também o el Bloco Bastardo, enriquecido por los disparos simbólicos (y rosas) del Roza Bloc (parodia de Black Bloc) de Paulinho Fluxus. Y ocupaciones-acciones transversales, como la de los activistas del Parque Augusta que reivindican la gestión colectiva de un parque en el centro de São Paulo. Durante el Carnaval ignoraron los candados que cercan al parque desde las jornadas de junio y ocuparon el parque con el grito «El Carnaval también es parque«. El ensayo Estética de la multitud, de Bárbara Szaniecki, que hablaba en 2007 de la carnavalización de la política, se ha hecho carne / realidad. El Rey Momo es un vándalo.

El Sambódromo de Río de Janeiro acoge mañana domingo el próximo domingo el Desfile de las Campeonas, con las seis escuelas de samba ganadoras. Y allá dentro, en el Carnaval oficial, ya nadie incluye ni incluirá letras críticas, como lo hacía históricamente el carnavalesco Joãsinho Trinta que una vez sembró de urubús (buitres) la avenida denunciando las desigualdades sociales. Habrá medios, televisiones, flashs. Y un espectáculo previsible al 100%. La estructura de las escuelas de samba es totalmente rígida. Un movimiento, paradojicamente, estático. Como apunta Bruno Cava, de la Universidad Nómada de Río, la escuela de samba se organiza «jerárquicamente» y funciona con «disciplina marcial». Posee autorías, copyright y un «espacio y tiempo delimitados». El carnaval de calle, los blocos, es la otra cara de la moneda. La gente, en palabras de Bruno Cava, se relaciona transversalmente: «La autoría es colaborativa. No hay planeamiento. Vale la casualidad, los contagios, la hibridación». Bloco-bomba, bloco-subversión, bloco-promiscuidad. ¿Y sí las manifestaciones de Brasil comenzarán a usar el formato bloco para protestar antes-durante-después del polémico Mundial de Fútbol, tan criticado por el derroche de recursos públicos e imposiciones de la FIFA?  ¿Y si el Bloco Livre Brasil se multiplica, explota en blocos regionales (Bloco Livre Rio, Bloco Rio Pernambuco…) o temáticos (Bloco Sin Transgénicos, Bloco Contra la Gentrificación…)? Algunas listas de correos y grupos de Facebook están sugiriéndolo. Carnavalizar la política. Desnudar al emperador (del mercado) con las máscaras del humor.

Mañana domingo, las televisiones mostrarán el impoluto, jerárquico y previsible espectáculo del Sambódromo, el de los desfiles patrocinados por las mismas marcas del Mundial de Fútbol. El carnaval pra gringo ver (de cara a la galería). En las calles, así en las manifestaciones como en el Carnaval, los blocos se relacionarán con otra organicidad, sobre las toneladas de basuras del sistema (la huelga de barrenderos continúa ante el desprecio de las autoridades de Río). Y El bloco blocATO: Copa Que Pariu! (crítico con el Mundial, organizado por el Comité Popular da Copa en Río) ya tiene listo su recta final carnavalesca. No habrá corresponsales para cubrirlo. Tal vez Le Parisien, único medio que dedicó una pieza al #OcupaCarnaval. Poco importa. La red, los afectos transversales de los blocos, harán política.

El estribillo de las calles, como anhelando la horizontalidad y organización política de las jornadas de junio, no será mañana (ni nunca) previsible. No tiene ni tendrá un tiempo delimitado. Ni recorrido fijo. La lírica de las calles se parecerá en todo caso al coro con el que suelen acabar las imprevisibles performances del bloco Orquestra Voadora, dibujando un anhelo colectivo sin intermediarios ni líderes: «Aquí no hay maestro».

Datos masivos contra el poder

Vídeo deL proyecto chileno Poderopedia

Texto publicado en el Diario Turing de eldiario.es 

¿Quién manda en el mundo? ¿Qué relaciones existen entre las élites políticas y económicas de un país? ¿Cómo se articula el entramado fiscal de los más poderosos? ¿Se puede mapear el esquema transnacional del 1% que controla los flujos financieros del planeta? En los últimos años han surgido varios proyectos, acciones o iniciativas para desvelar los secretos de las élites económicas. Proyectos que utilizan herramientas y código informático para sacarle jugo crítico al denominado big data (datos masivos), la ingente cantidad de datos generadas a diario. Proyectos que también usan bases de datos en general. En España, el colectivo Manuela Lucas realizó diferentes visualizaciones sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV), sus entidades gestoras, sus entidades depositarias y sus consejos de administración.

El proyecto Qué hacen los diputados, muy centrado en acompañar el funcionamiento del parlamento a partir de los datos disponibles y el flujo de las redes sociales, fue pionero. La plataforma Quién Manda, la última mutación-evolución de Tuderechoasaber.es, es una de los más recientes. Quien Manda, una iniciativa de Civio, desarrollará «una aplicación para poder mostrar las relaciones entre el poder político y económico de forma más completa y profunda». ¿Y qué otros proyectos o iniciativas existen en el resto del mundo? ¿Las técnicas de extracción y estudio de datos masivos, aliadas habituales de mercados y Gobiernos, se ha vuelto contra el poder?

La vigilancia, como prueban estos proyectos, está cambiando de lado. La inteligencia colectiva está comenzando a apropiarse de los datos masivos. Datos en red. Datos que según Oscar Marín Miro, del colectivo Outliers, pueden servir para el control de la ciudadanía, pero también para la transformación social. Los proyectos italianos opencongress.com y openpolis.it, centrados en la actividad parlamentaria, fueron pioneros. Sin embargo, cada vez surgen más iniciativas orientadas a desvelar y denunciar los entramados fiscales de las élites a partir de la extracción y relación de datos. El proyecto estadonidense They Rule, que mapea los consejos directivos y las entrañas de las principales empresas del país, fue inspirador para muchas iniciativas del mundo. Especialmente relevante es el proyecto chileno Poderopedia, «una plataforma colaborativa que ayuda a entender las relaciones entre las personas, empresas y organizaciones que se convierten en noticia e influyen en nuestra vida diaria». Poderopedia, donde trabajan periodistas, programadores, diseñadores y ciudadanos, usa «información pública, visualizaciones de datos y tecnología semántica». El Mapa de relaciones de Poderopedia ayuda «a entender las relaciones entre las personas, empresas y organizaciones de interés público».

El proyecto brasileño Eles mandam, inspirado directamente en They Rule, se centra en mapear los asientos de los consejos directivos y fondos de pensiones del país. La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración con la plataforma informativa Reporter Brasil, que lleva años desarrrollando periodismo de investigación para denunciar violaciones de derechos humanos. Y aquí reside una novedad: la cooperación entre plataformas y/o medios de comunicación con proyectos de big data ciudadano es una tendencia que cotiza al alza.El medio independiente colombiano La Silla Vacía, gracias al crowd funding de sus Super Amigos (lectores financiadores), puso en marcha su proyecto para revelar los entramados de poder de las cincuenta mayores empresas del país. El proyecto, desarrollado en colaboración con la empresa de visualizaciones de datos Aentropico, realizó diferentes grafos (visualización de redes) para mapear la red de poder empresarial. El estudio reveló, entre muchas otras cosas, que apenas el 10% de los miembros de los consejos directivos son mujeres y que el 20% son extranjeros.

riseproject

The Rise Project, una plataforma rumana de visualización de las mafias económicas.

Otra iniciativa que destaca por su calidad, complejidad y circulación transmedia del contenido es el rumano The Rise Project. El proyecto pone su foco en las relaciones económicas entre los políticos y grupos mafiosos de la Europa del este. Su sección CONEXIUNI da acceso a una lista de personas y empresas, así como a casos judiciales, clasificados en orden alfabético. El proyecto ha desvelado, gracias a las visualizaciones del Registro de Empresas de Panamá, que el presidente de Azerbayán Ilham Aliyev usa dicho país para lavar dinero, a partir de empresas británicas y la participación de sus dos hijas. También, que el presidente sirio Bachar al-Asad tiene negocios en Rumanía usando opacas empresas basadas en Austria. Además, The Rise Project está conectado al proyecto Exposing the Invisible, en el que participa, entre otros, el hacker islandés Smári McArthy. El documental Our currency is information es la cara multimedia de las investigaciones visuales de The Rise Project.

Por otro lado, cabría destacar la creciente importancia de los hackatones (encuentros de hackers, programadores y periodistas) para denunciar o mapear las redes del poder. Destacan el Data Gotham de Nueva York, las iniciativas surgidas alrededor de El Rancho Electrónico (México), el grupo de trabajao Visualizar del Media Lab Prado o Hacks Hackers. Especialmente relevante es Hacks Hackers Buenos Aires, la mayor red / encuentro de hackers de América Latina. De hecho, cada vez son más frecuentes las iniciativas nacidas en encuentros de hackers. Durante las protestas de Brasil de 2013, por ejemplo, fueron los hackatones incentivados por Transparencia Hacker o la Casa de Cultura Digital de Porto Alegre los que revelaron los entramados corruptos de las concesiones a empresas de transportes urbano. El 1º hackaton D3.js de Belo Horizonte, convocado en medio de la explosión de las protestas, fue un claro ejemplo de cómo la inteligencia colectiva puede conseguir denunciar irregularidades en el uso de dinero público.

Big data contra el poder

Vídeo deL proyecto chileno Poderopedia

Texto publicado en el Diario Turing de eldiario.es 

¿Quién manda en el mundo? ¿Qué relaciones existen entre las élites políticas y económicas de un país? ¿Cómo se articula el entramado fiscal de los más poderosos? ¿Se puede mapear el esquema transnacional del 1% que controla los flujos financieros del planeta? En los últimos años han surgido varios proyectos, acciones o iniciativas para desvelar los secretos de las élites económicas. Proyectos que utilizan herramientas y código informático para sacarle jugo crítico al denominado big data (datos masivos), la ingente cantidad de datos generadas a diario. Proyectos que también usan bases de datos en general. En España, el colectivo Manuela Lucas realizó diferentes visualizaciones sobre las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV), sus entidades gestoras, sus entidades depositarias y sus consejos de administración.

El proyecto Qué hacen los diputados, muy centrado en acompañar el funcionamiento del parlamento a partir de los datos disponibles y el flujo de las redes sociales, fue pionero. La plataforma Quién Manda, la última mutación-evolución de Tuderechoasaber.es, es una de los más recientes. Quien Manda, una iniciativa de Civio, desarrollará «una aplicación para poder mostrar las relaciones entre el poder político y económico de forma más completa y profunda». ¿Y qué otros proyectos o iniciativas existen en el resto del mundo? ¿Las técnicas de extracción y estudio de datos masivos, aliadas habituales de mercados y Gobiernos, se ha vuelto contra el poder?

La vigilancia, como prueban estos proyectos, está cambiando de lado. La inteligencia colectiva está comenzando a apropiarse de los datos masivos. Datos en red. Datos que según Oscar Marín Miro, del colectivo Outliers, pueden servir para el control de la ciudadanía, pero también para la transformación social. Los proyectos italianos opencongress.com y openpolis.it, centrados en la actividad parlamentaria, fueron pioneros. Sin embargo, cada vez surgen más iniciativas orientadas a desvelar y denunciar los entramados fiscales de las élites a partir de la extracción y relación de datos. El proyecto estadonidense They Rule, que mapea los consejos directivos y las entrañas de las principales empresas del país, fue inspirador para muchas iniciativas del mundo. Especialmente relevante es el proyecto chileno Poderopedia, «una plataforma colaborativa que ayuda a entender las relaciones entre las personas, empresas y organizaciones que se convierten en noticia e influyen en nuestra vida diaria». Poderopedia, donde trabajan periodistas, programadores, diseñadores y ciudadanos, usa «información pública, visualizaciones de datos y tecnología semántica». El Mapa de relaciones de Poderopedia ayuda «a entender las relaciones entre las personas, empresas y organizaciones de interés público».

El proyecto brasileño Eles mandam, inspirado directamente en They Rule, se centra en mapear los asientos de los consejos directivos y fondos de pensiones del país. La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración con la plataforma informativa Reporter Brasil, que lleva años desarrrollando periodismo de investigación para denunciar violaciones de derechos humanos. Y aquí reside una novedad: la cooperación entre plataformas y/o medios de comunicación con proyectos de big data ciudadano es una tendencia que cotiza al alza.El medio independiente colombiano La Silla Vacía, gracias al crowd funding de sus Super Amigos (lectores financiadores), puso en marcha su proyecto para revelar los entramados de poder de las cincuenta mayores empresas del país. El proyecto, desarrollado en colaboración con la empresa de visualizaciones de datos Aentropico, realizó diferentes grafos (visualización de redes) para mapear la red de poder empresarial. El estudio reveló, entre muchas otras cosas, que apenas el 10% de los miembros de los consejos directivos son mujeres y que el 20% son extranjeros.

riseproject

The Rise Project, una plataforma rumana de visualización de las mafias económicas.

Otra iniciativa que destaca por su calidad, complejidad y circulación transmedia del contenido es el rumano The Rise Project. El proyecto pone su foco en las relaciones económicas entre los políticos y grupos mafiosos de la Europa del este. Su sección CONEXIUNI da acceso a una lista de personas y empresas, así como a casos judiciales, clasificados en orden alfabético. El proyecto ha desvelado, gracias a las visualizaciones del Registro de Empresas de Panamá, que el presidente de Azerbayán Ilham Aliyev usa dicho país para lavar dinero, a partir de empresas británicas y la participación de sus dos hijas. También, que el presidente sirio Bachar al-Asad tiene negocios en Rumanía usando opacas empresas basadas en Austria. Además, The Rise Project está conectado al proyecto Exposing the Invisible, en el que participa, entre otros, el hacker islandés Smári McArthy. El documental Our currency is information es la cara multimedia de las investigaciones visuales de The Rise Project.

Por otro lado, cabría destacar la creciente importancia de los hackatones (encuentros de hackers, programadores y periodistas) para denunciar o mapear las redes del poder. Destacan el Data Gotham de Nueva York, las iniciativas surgidas alrededor de El Rancho Electrónico (México), el grupo de trabajao Visualizar del Media Lab Prado o Hacks Hackers. Especialmente relevante es Hacks Hackers Buenos Aires, la mayor red / encuentro de hackers de América Latina. De hecho, cada vez son más frecuentes las iniciativas nacidas en encuentros de hackers. Durante las protestas de Brasil de 2013, por ejemplo, fueron los hackatones incentivados por Transparencia Hacker o la Casa de Cultura Digital de Porto Alegre los que revelaron los entramados corruptos de las concesiones a empresas de transportes urbano. El 1º hackaton D3.js de Belo Horizonte, convocado en medio de la explosión de las protestas, fue un claro ejemplo de cómo la inteligencia colectiva puede conseguir denunciar irregularidades en el uso de dinero público.