Mitos de izquierda, mitos de derecha

Extractos del libro Mitologías, de Roland Barthes, publicado en 1957. Las imágenes pueden servir de contexto del nuevo siglo o de herramienta para un desvío en la interpretación.

 

                                                                                            El mito es un habla despolitizada

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El mito no niega las cosas, simplemente las purifica, las vuelve inocentes, las funda como naturaleza y eternidad, les confiere una claridad que no es la de la explicación, sino de la comprobación: organiza un mundo sin contradicciones, un mundo desplegado en la evidencia, funda una claridad feliz: las cosas parecen significar por sí mismas. El mito es siempre metalenguaje; la despolitización que opera interviene a menudo sobre un fondo ya naturalizado, despolitizado, por un metalenguaje general, adiestrado para cantar las cosas y no para actuarlas.

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                                                                                               El mito, en la izquierda

El mito existe en la izquierda, pero de ningún modo tiene las mismas cualidades que el mito burgués. El mito de izquierda es inesencial. En primer lugar, los objetos que capta son escasos, no son más que algunas nociones políticas. Nunca el mito de izquierda alcanza el inmenso campo de las relaciones humanas, la vastísima superficie de la ideología «insignificante». La vida cotidiana le es inaccesible.  Además, el mito de izquierda es un mito esencialmente pobre. No tiene capacidad de proliferar; producido por encargo y con un objetivo temporal limitado, su invención es torpe. Le falta ese poder mayor que es la fabulación. Haga lo que haga se mantiene en él algo como rígido y literal, un tufo de consigna: permanece seco. Esta pobreza esencial produce mitos escasos, magros; o fugitivos, o pesadamente indiscretos. En cierto sentido, el mito de izquierda es siempre un mito artificial, un mito reconstituido: de allí su torpeza.

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                                                                                                  El mito, en la derecha

Estadísticamente, el mito se encuentra en la derecha. Allí es esencial: bien alimentado, reluciente, expansivo, conversador, se inventa sin cesar. Se apodera de todo: las justicias, las morales, las estéticas, las diplomacias, las artes domésticas, la literatura, los espectáculos. El opresor es todo, su palabra es rica, multiforme, suelta, dispone de todos los grados posibles de dignidad: tiene la exclusividad del metalenguaje. El oprimido hace el mundo, sólo tiene un lenguaje activo, transitivo (político); el opresor lo conserva, su habla es plenaria, intransitiva, gestual, teatral: es el mito; el lenguaje de uno tiende a transformar, el lenguaje del otro tiende a eternizar.

El mito tiende al proverbio. La ideología burguesa invierte allí sus intereses esenciales: el universalismo, el rechazo de explicación, una jerarquía inalterable del mundo. El aforismo burgués pertenece al metalenguaje. Su forma clásica es la máxima. Es una contraexplicación, el equivalente noble de la tautología, del «porque sí» imperativo de los padres cuando no tienen respuestas. El fundamento de la verificación burguesa es el buen sentido, es decir, una verdad.

 

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                                                                      Apuntes

Alterar los códigos, subvertir la jerarquía, sustituir piezas para que los elementos se relacionen de otra manera. Roland Barthes sabía que algunos mitos son casi indestructibles, porque son metalenguaje milenario: «La mayor subversión es alterar los códigos, no destruirlos». El capitalismo no es más que un cuento. Pero sigue siendo contado masivamente: es casi dogma. Su gramática y ortografía parecen inalterables. Parecen naturaleza, eternidad. Tienen aurea de ley natural, caprichosa e inevitable como la mano que mece los huracanes.

Casi ocho años después del gran crack económico del siglo XXI, los mitos del neoliberalismo siguen en pie para una gran parte de la población mundial. Milton Friedman y la Escuela de Chicago trabajaron durante décadas para que los cataclismos económicos y las intervenciones para entregar lo público en manos del mercado parecieran tan incuestionables como la propia naturaleza. El shock de un país – natural, económico – abre las puertas a las privatizaciones. El neoliberalismo deviene metalenguaje, «porque sí», tautología, máxima: una esencia tan incuestionablecomo el verde de la jungla.

Empieza a ser acuciante desmitificar, en todos los formatos y para todos los públicos, las «verdades» construídas por el neoliberalismo y el consevadurismo. Para hacer inofensivos sus mitos, lo primero es alterar los elementos que los hacen funcionar. Introducir nuevos símbolos, ocupar significantes, vaciar significados compartidos. Darles la vuelta, desviarlos. Para que el nuevo orden-desorden sea habla despolitizada, claridad feliz, habría que encontrar el metalenguaje del cambio, los símbolos que construyan un mundo sin contradicciones en el que las cosas signifiquen por sí mismas.  Urge tejer el mito-metalenguaje más allá de la lógica mitológica de la izquieda, un metalenguaje que no necesite explicar el fracaso del neoliberalismo, que sea apenas una comprobación poética de un desmoronamiento. Un nuevo mito que sea el tono despreocupado del habla de la multitud.

Rossana Reguillo: «Estas revueltas logran salirse del mapa de lo representable»

Hay entrevistados que entienden cada entrevista como una pieza necesaria en la cadena de montaje de su carrera. Sus entrevistas son marketing, cordialidad y/o diplomacia. Responden fríamente, con estudiada brillantez y espontaneidad. Otros, como la mexicana Rossana Reguillo, se asoman a las entrevistas como si fueran un espejo, una espiral o su propia piel. Responden descubriéndose en cada coma, en cada verbo, en cada silencio.

Imposible mejorar la (auto) biografía que la propia Rossana me envió por correo electrónico, para que yo la rehiciera.

Rossana Reguillo según ella misma:

«A los 15 años, durante seis meses, Rossana Reguillo Cruz atendió el teléfono en una agencia de autos.

“Volkswagen Albarrán a sus órdenes”.
“Volkswagen Albarrán a sus órdenes”.
“Volkswagen Albarrán a sus órdenes”.

Cuando se hartó de repetir esa introducción, renunció, trabajó de mesera, de vendedora y de otras cosas.

Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara, hoy hace crónica, investigación académica y también periodismo. Hija de una chiapaneca rica y un combatiente republicano de la Guerra Civil Española, todo el tiempo fuma cigarrillos Benson&Hedges. Su madre le transmitió la fascinación por el relato, y la osadía que la caracteriza. De su padre heredó que la militancia por la justicia es una tarea que no acaba nunca. A los once años tuvo un accidente, atroz, con una moto. Debió operarse varias veces: superó las horas y horas en las camas de hospital sumergida en la lectura. Profesora invitada en universidades latinoamericanas y de Estados Unidos, cuando tiene tiempo le gusta nadar en el mar. Medita mientras».

A continuación, la entrevista entera, sin edición. Esta entrevista forma parte del proceso de investigación #tecnopolíticaLATAM que realizo para OXFAM.

¿En México, qué procesos, campañas o movimientos previos a #YoSoy132 destacarías como primeros episodios de la movilización en red?

Hay quienes sostienen que la irrupción del zapatismo marcó el inicio de la movilización en red, yo estoy de acuerdo, pero me parece que por la temprana fecha en que estalla el zapatismo (1994), no existía la diversidad de plataformas de las que hoy disponemos. Lo del zapatismo fue un uso novedoso e inteligente de lo que internet posibilitaba en ese momento y sí es cierto que articuló una movilización internacional importante, por ejemplo en la creación de sitios web tanto originales como espejos del propio sitio zapatista, que logró dos cosas: volver aún más visible al movimiento zapatista e impedir la censura tradicional a la que el gobierno mexicano estaba acostumbrado; ya no se trataba de censurar o comprar medios y periodistas, el zapatismo se escapaba de los dominios del poder convencional; pero hay que señalar que no fue propiamente una movilización en red en el sentido en que lo entendemos ahora.

Para mi, un antecedente importante es el movimiento “anula tu voto” en las elecciones intermedias de 2009; seguí muy de cerca el movimiento y ahí vi por primera vez la centralidad de internet, plataformas tecnológicas, redes sociales utilizados para construir redes. El trabajo fue notable y la genialidad de las y los jóvenes que manejaban estos dispositivos posibilitó una articulación importante entre la calle y la red (tengo un ensayo sobre esto, que puede ilustrar este punto).

Otro antecedente es el de las ocupaciones que se dieron en 2011 en algunas ciudades del país. Yo estaba en Nueva York en esos momentos pero pude atestiguar el modo en que “México toma la calle” y otros nodos, se articularon a la ola de protestas y ocupaciones globales, de octubre a noviembre de 2011, las ocupaciones estallaron en distintos puntos para gran desconcierto de los poderes; hubo mucha represión en Veracruz, en San Luis Potosí, en el Distrito Federal entre otros lugares, me parece que estas movilizaciones significaron una incipiente conversación colectiva que sería importante para #YoSoy132.

También está la gran movilización de “Internet libre para todos”, que sumado a la movilización internacional, dio en México una batalla épica; es importante destacar que aunque fueron 12 organizaciones de la sociedad civil las que produjeron un documento para llevar al Congreso y pelear contra la inequidad, el control, el difícil acceso de internet, fueron muchas y muchos activistas sin filiación organizativa los que encabezaron –principalmente en twitter- esta movilización por lo que tal vez tú llamarías “código abierto”. Ahí se hizo mucho más visible la centralidad de internet para las luchas ciudadanas. No es casual que #YoSoy132 colocara como una de sus cartas más importantes la crítica al monopolio televisivo y la necesidad de democratizar la información y la comunicación. Quizás lo relevante de estos antecedentes es que ayudaron a la configuración de nodos de resistencia y lucha a nivel nacional e internacional. Y habría que añadir, no en clave de movilizaciones en red, la tradición de lucha estudiantil en el país a partir de 1968.

Massimo Modonesi, en diferentes artículos, afirma que el EZLN dejo de ser el referente de las luchas mexicanas después de La Otra (2005). A su vez, califica de postzapatismo las nuevas movilizaciones en red. Por un lado, habla de #YoSoy132 como influencia y continuidad. Por otro, como ruptura del zapatismo. ¿Qué piensas de ello?

No conozco a fondo el trabajo de Modonesi, salvo el artículo que citas; le precede una gran prestigio como historiador y me parece que tiene razón en inscribir al movimiento #YoSoy132 en una línea de ruptura y continuidad. Desde mi trabajo de corte más antropológico, puedo decir que muchas y muchos de los participantes en el movimiento o convocatoria (como lo llama Mariana Fabela), asistieron a la “Escuelita Zapatista”, esto los ha marcado profundamente, son zapatistas sin ser zapatistas y suscribo también que ejes que hablan de una cierta continuidad: el simbolismo como un lenguaje propio de ambos movimientos; la horizontalidad, como perspectiva de búsqueda y organización. Modonesi encuentra claves muy interesantes para pensar estas marcas.

Sin embargo, la participación en #YoSoy132 de numerosas y numerosos jóvenes que asistían a “su primera vez”, es decir que se inauguraban en las calles, en las asambleas y en la tecnopolítica; además de la llegada (es una manera de decirlo) de la cultura hacker y, de sujetos y colectivos que venían de los movimientos LGBT, generaron una mezcla muy interesante (a veces conflictiva) de culturas políticas que han ido más allá del zapatismo en el sentido de incorporar al “acervo” del movimiento referencias pluriculturales como Anonymous, Assange, Snowden. La insurgencia #YoSoy132 no puede reducirse a una sola herencia, me parece y, además hay que colocar un asunto clave no hay un #YoSoy132, son muchos, el peso de lo local ha jugado un papel central y a veces suele pensarse que el movimiento es lo que se ha visto y se expresó en la ciudad de México, esto es problemático por decir lo menos.

¿Cuáles fueron las mayores disrupciones (en formato, organización, comunicación) de #YoSoy132 con respecto a los anteriores fenómenos de red?

Yo todavía estoy mareada y tratando de entender y aprender en la velocidad con la que se mueven. Ya señalé que una dimensión fascinante fue la mezcla de culturas políticas, que ha sido su fortaleza pero también su punto de tensión más alto. Con relación a los formatos y organización, lograron una buena articulación entre calle y red; la manera de poner el cuerpo en la calle (que se inscribe en la estética y expresión de la ola de insurgencias globales desde 2011), representó desde los primeros momentos un capital importantísimo para el movimiento, la mezcla entre protesta, festival, fiesta de los cuerpos y la palabra libre en la calle, les atrajo una gran simpatía social, porque mostraba en otros “formatos” la indignación de otros muchos movimientos sociales con expresiones más tradicionales. La manera y la destreza en el uso de internet y diversas plataformas (blogs, portales, etc) y la inteligencia colectiva en el uso de las redes, Facebook fue en la fase alta del movimiento, más importante que twitter, logró articular y enlazar disidencias de distinto cuño pero unidas en la convocatoria. Sin representatividad estadística tengo un análisis elaborado a partir de una encuesta que yo apliqué en línea y que comparo con las elaboradas por data…para el 15M y Occupy Wall Street (estoy en ese análisis) pero comparto aquí un gráfico del uso de las tres insurgencias, de tres plataformas, que puede resultar interesante:

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(Las encuestas del 15M y OWS, fueron diseñadas, levantadas y analizadas en un primer registro, por el grupo El grupo de investigación «Redes, Movimientos y Tecnopolítica» del Internet Interdisciplinary Institute (UOC) Y, la de Yo Soy 132, fue diseñada, levantada por Rossana Reguillo, Lorena García y Eduardo Mendoza, en el marco del proyecto: Culturas enREDadas, jóvenes y postpolítica)

Otra cuestión que me parece importante a este respecto es la descentralización de los nodos comunicativos, aunque hubo disputas, ningún nodo pudo reclamar la única y verdadera fuente de comunicación del movimiento, esto es un logro y ahí tienes hoy, células del movimiento hablando con legitimidad ganada a pulso, en distintas partes del mundo.

Y finalmente, a diferencia de otros movimientos, los participantes en #YoSoy132 se convirtieron en sus propios periodistas, es decir, hablaban desde el centro de la acción y se representaban a sí mismos, en sus escritos, discursos, acciones, marchas, asambleas. Esto sí que es una novedad, lo que llamo la producción de presencia ha sido determinante en la forma de entenderse a ellas y ellos mismos. Rompieron el privilegio y el monopolio de los poderes mediáticos a la representación de los movimientos (lo que pasó con más fuerza con los acontecimientos de Ayotzinapa).

¿Cómo definirías este nuevo espacio híbrido (o anfibio, como habla la gente de YoSoyRed)?

Me cuesta aún tomar una posición sobre el asunto. Tengo una profunda incomodidad interpretativa para definir si estamos ante nuevos movimientos sociales, insurgencias de nuevo cuño, movimientos en red, movimientos red o como me he inclinada hasta el momento por nombrarlo como “revueltas de la imaginación”. Creo que cada definición comporta sus ventajas y sus límites, lo que resulta clarísimo es que nos ha obligado a revisar de fondo las baterías conceptuales con las que trabajamos. Espacios anfibios o híbridos, es interesante como metáfora para pensar y analizar las mezclas de las que ya hablé antes.

Cuando surgió el movimiento y/o acción #PosMeSalto, los estudios de YoSoyRed visibilizan una mutación de un sistema red previo hacia una nueva causa. ¿Cómo se produce ese salto, mutación, de un enjambre sincronizado anteriormente en otros procesos?

Sin duda, mira ya en 2005, cuando participé en la elaboración y análisis de la Encuesta Nacional de Juventud, encontramos una cuestión interesantísima que ratifica esta hipótesis: los jóvenes habían dejado de participar en organizaciones para participar en causas, para mi como estudiosa de las culturas y movimientos juveniles, fue un hallazgo de oro, hoy puede parecer una trivialidad, pero indicaba que algo fuerte estaba cambiando en los procesos de agregación y activismo entre los jóvenes, las instituciones y las organizaciones dejaban de ser relevantes, eran los procesos, las situaciones, los problemas, los acontecimientos los que empezaban a marcar el rumbo de su presencia en lo público. La noción de enjambre me parece muy acertada, lo hemos estado viendo con mucha nitidez, en el #PosMeSalto, @YaMeCansé (y toda su saga), #AyotzinapaSomosTodos. Tengo una hipótesis en elaboración (me faltan aún datos), pero sostengo que la relevancia internacional alcanzada por el doloroso tema de Ayotzinapa fue posible en gran medida porque se activaron casi todas las células internacionales de #YoSoy132.

El liderazgo colectivo, distribuido, la ausencia de jerarquías, la forma de convocatoria, de protesta… chocan frontalmente con las lógicas de la vieja política y de los movimientos sociales clásicos. ¿Presenciaste durante estos años alguna tensión entre organizaciones tradicionales mexicanas y los nuevos procesos?

Sí, es un tema complicadísimo. Para los militantes de viaja guardia es muy difícil entender el proceso de toma de decisiones por fuera de la asamblea y los liderazgos centralizados; la tensión se dio no solo con organizaciones tradicionales, si no al interior del propio movimiento. A eso me refiero cuando hablo de culturas políticas diferenciadas. El intento de cooptación de #YoSoy132 por parte de partidos, líderes o actores de la política tradicional fue siempre un riesgo, que me parece que el movimiento solventó con gran agudeza y ligereza (otro de los atributos del movimiento); en México pesa aún mucho el corporativismo (de izquierda y de derecha), el centralismo, la figura del líder, afortunadamente estos movimientos han venido a dar un coletazo de muerte a estas formas de hacer y vivir la política.

¿Es importante el componente emocional, subjetivo, como desencadenante de nuevos procesos de red? 

Central, es en realidad mi tema fuerte de investigación. Junto con la emoción, la imaginación como posibilidad política, han jugado y juegan un papel central en las formas de entender-se y entender el mundo. Por eso me sorprendió mucho que Bauman dijera –con respecto al 15M-, que ¡la emoción no construye! Es un desatino, por decir lo menos, en toda la ola de revueltas globales, la intersubjetividad necesaria a todo proceso en red, se alimentó de emociones fundamentales. Por ejemplo la esperanza y la alegría que acompañaron a #YoSoy132 y otros movimientos, #15M, #OWS, que son los casos que mejor conozco, resultó un articulador fundamental para las acciones colectivas, incluso mayor que el miedo, que también tiene un papel que hay que entender.

Por ejemplo en la encuesta que apliqué a participantes de #YoSoy132, utilicé tres momentos para entender las emociones: el inicio, los resultados electorales de julio de 2012 y la toma de posesión de Peña Nieto y la gran represión del #1DMx, con estos resultados: en la fase inicial 81% contestó que la esperanza era la emoción principal experimentada; con los resultados electorales que dieron el triunfo a Peña Nieto, solo 27% habló de esperanza contra 64% que señalaron la frustración y, en el momento de la gran represión, solo el 20% señaló la esperanza contra un 34% que señalaron el miedo, que no había aparecido antes. Desde luego estos resultados son aproximativos pero en mi trabajo cualitativo (etnográfico y de entrevistas en profundidad) puedo señalar que la dimensión emocional es central, para construir lazos que se traducen en confianza en el sí mismo y en la o el otro. Es lo que Spinoza llama las pasiones alegres y las pasiones tristes. Las pasiones alegres nos empoderan, recomponen nuestras relaciones con el mundo; las pasiones tristes, desordenan nuestro mundo y nos aíslan.

Me parece que la ola de revueltas globales pueden ser leídas como una oleada de pasiones alegres que son combatidas por pasiones tristes.

¿La nueva forma de hacer política de dichas eclosiones sociales significan una vuelta a  identidades  y prácticas colectivas más allá de las ideologías?

Me parece más bien que se inscriben la lógica de las “identificaciones”, en un trabajo inicial sobre OWS, señalé que la forma 99%, marca un desplazamiento de las identidades políticas modernas (nosotros los obreros, nosotras las mujeres, nosotros los estudiantes) y abre nuevas formas de identificación. Lo que ata y une, no es una filiación a una categoría cerrada, si no el reconocimiento en esa categoría problemática pero útil, como multitud. Lo mismo sucede con OWS, 15M, 132 e incluso en el caso interesante y terrible de Gezi Park, no hay ahí mediación identitaria, es la afectación que interpela, la búsqueda de las y los otros en una preocupación por lo común. Es realmente fascinante y todavía tenemos mucho por aprender.

¿Cómo dialogan las diferentes causas sociales y políticas mexicanas en los últimos años? ¿Existe transversalidad en dichas causas?

Difícil responder, México es muy grande y muy diverso, hay problemas transversales como la violencia, la pobreza, el autoritarismo, pero ha sido muy difícil y cuesta arriba tratar de articular un movimiento que articule nacionalmente por tiempo sostenido. Yo creí seriamente con los datos a mano que Ayotzinapa iba a representar ese movimiento, me equivoqué, las culturas políticas diferenciales, los problemas locales y especialmente las herencias del PRI, en el sentido de haber fragilizado las organizaciones y las instituciones intermedias (entre el gobierno y el ciudadano, nada!), vuelven complicado tejer transversalmente. Hay casos extraordinarios pero que no logran aglutinar los antagonismos, como diría Chantal Mouffe, es decir agrupar a los adversarios en una dirección común, entre estos casos está claro el #YoSoy132, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Ayotzinapa en su expresión más acabada. Se avanza pero hay que trabajar mucho a nivel de base y de cultura política.

Las revueltas de México (#YoSoy132 y sus diferentes mutaciones) y las de Brasil de 2013 acabaron de colocar a la región en este mapa de las revueltas globales. Sin embargo, los diferentes gobiernos tampoco están entendiendo la dinámica de estos nuevos movimientos, colectivos, redes, formas de hacer. ¿El tradicional centralismo estadocéntrico latinoamericano, dificulta dicho entendimiento?

Yo creo que sí, al Estado le enloquece la ausencia de límite y forma, donde ejercer su poder, estas revueltas logran justo eso, salirse del mapa de lo representable para los poderes y creo que no solo pasa en América Latina, ahí tienes la represió brutal en España, en Turquía. Los cuerpos en la calle y la toma de la palabra por parte de los actores sociales, son difícilmente asimilables para los gobiernos, son un desafío que no están dispuestos a tolerar y los gobiernos también aprenden, quizás con mayor lentitud que los movimientos pero aprenden cómo desactivar la revuelta, no solo a través de la represión directa, sino ahora a través del uso de las redes.

¿Cómo se fraguó el proceso #YaMeCansé tras la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa?

Justamente a esto me refiero en la respuesta anterior. La inmensa movilización callejera y en redes que ha provocado la desaparición de los 43 estudiantes, la evidencia de la corrupción y del grado al que ha llegado a la narcopolítica, la respuesta internacional y movilizaciones globales, pusieron en situación de fragilidad al gobierno. Y en esa rapidez de la que ya hablé, un desliz del entonces Procurador de Justicia, Murillo Karam, que tuvo el desatino de decir en una rueda de prensa en la que informaba sobre sus “verdades históricas”: Ya me cansé. Inmediadamente los tuiteros (que han ido adquirieron cada vez mayores destrezas) elevaron a la categoría de Trending Topic, el #YaMeCansé, que me parece que alcanzó su versión #YaMeCansé23, hay que verificarlo, con contenidos críticos hacia la administración de Peña Nieto. No me parece que se haya fraguado, es eso que señala Escorcia, del enjambre mutando y moviéndose, un HT que generó una respuesta masiva y que fue contrarrestada por esos nuevos aprendizajes de los gobiernos a los que ya aludí: los bots que infectaban el HT. No lo sé de cierto pero creo que ha sido el HT más importante en México. De ahí sí derivó o se fraguó otro proceso fascinante, #YaMeCanséPorEsoPropongo, en el que un grupo de académicas y activistas, invitaron a través, claro! de plataformas en internet a mandar postales firmadas con la crítica y la propuesta, recibieron 8000 postales que luego fueron impresas y presentadas en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México y se ha convertido en una exposición itinerante que artículo el cansancio y la desesperanza.

¿Qué mutaciones podemos esperar? 

Apelo a la teoría de los movimientos sociales, éstos no desaparecen, entran en fase de latencia y de invisibilidad. Lo que las revueltas de los últimos años han aprendido, está ahí, los nodos existen; #YoSoy132 ha mutado y derivado en múltiples grupos y colectivos que siguen trabajando articuladamente. Sin duda, el poder tiene quien le responda y las resistencias empiezan a brotar en muchos lados del país. Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, no son casos cerrados, son heridas abiertas por las que respira la rebeldía. Sin tener certeza me parece que la violencia será el tema más relevante y desafiante para las mutaciones de las revueltas.

Han surgido algunos intentos de nuevos partidos-movimiento en México. Morena (vinculado al PRD), Movimiento Ciudadano, aquel efímero WikiPartido. ¿Qué opinión te merece? ¿Tendrá México su partido-movimiento, como vaticinaba Boaventura de Souza Santos?

Si hubiera respondido esto antes del 7 de junio, fecha de las elecciones intermedias, te hubiera respondido con un rotundo no; otra vez me equivoqué. Lo que vimos principalmente en Jalisco, pero también en otras partes de México es la emergencia de nuevas formas de hacer política. El triunfo histórico de un joven de 25 años como candidato independiente a diputado local, es un hito, detrás de él hay un colectivo de jóvenes organizados a través del wiki-partido (estuvieron trabajando y trabajando), hay vientos de esperanza. Por otro lado, la barredora naranja, es decir Movimiento Ciudadano, arrasó con el PRI en Jalisco. Pero no estoy segura de que estemos en posibilidades de hablar aún de un partido-movimiento. Este 2015 trajo cosas interesantes en este nivel, pero los principales desafíos del país no pasan por las urnas.

LoopHole4All, paraísos fiscales al alcance del 99%

El artista italiano Paolo Cirio vuelve a la carga. Tras haber trasladado miles de perfiles de Facebook a una plataforma de software libre (Face to Facebook) o denunciar la política de Google Street View con una exposición analógica y digital (Street Ghost), el artista-hacker regresa con un proyecto que pone en tela de juicio una de las causas de la actual crisis económica: los paraísos fiscales. Paolo Cirio, con el proyecto LoopHole4All, ha secuestrado miles de perfiles de empresas de las islas Caimán. Y ha puesto los registros de las mismas a disposición de todo el mundo. A partir de 99 centavos de dólar, cualquier ciudadano puede comprar en el papel una empresa offshore (registrada en otro país diferente al de residencia).

Cirio, tras conseguir el listado de empresas de las Islas Caimán, secuestró sus perfiles. Y colocó su propia dirección en los mismos. Después, comenzó a vender en Internet los certificados de las empresas. Loophole4All.com, según el site oficial de Paolo Cirio, es un «servicio para democratizar los negocios offshore». Un proyecto que «empodera», pues así cualquier persona «podrá evadir impuestos, esconder dinero y deudas». Lo que antes era un privilegio de las élites, ahora está al alcance de todos. A pesar de que los certificados puedan no ser reconocidos por las autoridades monetarias, el proyecto está teniendo un fuerte imapcto simbólico. Paolo ya tiene una exposición virtual con los certificados fake emitidos en las Islas Caimán y en Londres

En los últimos tiempos, el hacktivismo está comenzando a apuntar a objetivos financieros más concretos. El colectivo catalán Derivart, responsables de proyectos como El Burbujómetro o CasasTristes.org, es uno de los más activos al respecto. Por otro lado, el colectivo RYBN lanzó recientemente su algoritmo ADM8 en los mercados de valores para realizar transacciones especulativas en milisegundos. En la plataforma DynDy.net hacen un buen repaso a algunos proyectos alrededor de hacktivismo financiero.  Sin lugar a dudas, un trabajo artístico de algún colectivo hacker sobre las cuentas en Suiza de Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, puede llegar a tener más impacto que una investigación judicial.

Almodóvar MixTape, una remezcla de cine

Eclectic Method – Almodóvar Mixtape from Eclectic Method on Vimeo.

Almodóvar remixed. Amodóvar reloaded. Almodóvar remezclado, mutilado, crecido. Almodóvar Mixtape es un trabajo del colectivo Eclectic Method, uno de los más conocidos en esta vieja-nueva disciplina del remix. Es una remezcla que despedaza el universo de Almodóvar con buen gusto, puntería y un buen pellizco de admiración. Eclectic Method aborda Almodóvar con una mirada propia: con un estilo personal que fusiona el lenguaje televisivo, la estética del video-clip y el cine. Eclectic Method, en sus propias palabras es «música, comunicación y cultura pop, convertido todo en una fiesta gigante».

La remezcla está en el borde de la ilegalidad. La industria cultural y el lobby del copyright no sólo rechaza, sino que desprecia cualquier tipo de remix. De hecho, hace diez años, cuando nació Eclectic Method la industria de los derechos de autor persiguió al colectivo hasta la saciedad. Algunas de las persecuciones contra los remixers aparecen en el documental Copyright Criminals (el trailer y las remezclas de imágenes son de Eclectic Method). Carambolas de la historia, artistas como U2 o  Fatboy Slim acabaron solicitando los servicios de Eclectic Method. Y el mundo mediático entronó al colectivo. Dj Magazine les llamó los «reyes del remix» y Wired les calificó, simple y llanamente, el  «futuro».

Recomiendo la lectura del libro Código fuente: la remezcla, editado con licencia libre por el colectivo sevillano Zemos98. Os dejo con un extracto de un texto de Felipe G. Gil, de Zemos98. Y con otra joyita audiovisual de Eclectic Method, la Tarantino Mixtape, al final de la entrada.

«El código fuente es un conjunto de líneas de texto que son las instrucciones que debe seguir una computadora para ejecutar un programa. Compartir el código fuente es la base del software libre. Y la cultura implica dos cuestiones básicas con respecto a esto: por un lado, asumir que «toda obra intelectual es derivada» (Lawrence Liang); es decir, que nuestra noción de creatividad está sujeta a una serie de convenciones que habría cuestionar, que hay que reconstituir nuestra noción sobre el origen de las ideas y que debemos exigir una reformulación de las actuales leyes del copyright así como de los modelos de negocio de las grandes industrias culturales; y por otro lado, defender la idea de la cultura como un palimpsesto infinito, del arte como un juego entre todos los seres de todas las épocas y de la remezcla como un sistema operativo transversal que afecta a los procesos educativos y comunicativos»

The Tarantino Mixtape from Eclectic Method on Vimeo.

El magistral uso de las redes de #YoSoy132

 

El guión de la revolución 2.0 mexicana no estaba escrito. Nadie planeó lanzar un movimiento descentralizado, pacífico y sin líderes. Nadie soñaba, ni en la más optimista de las hipótesis, poner contra las cuerdas al sistema mediático y a los partidos conservadores del país. Pero la hoja de ruta y las instrucciones para cocinar una revolución en red sí estaban escritas. #YoSoy132 bebió del 15M,  Occupy Wall Street y las revueltas de los estudiantes chilenos (entre otras fuentes), remezcló variables, innovó con una fórmula local. Y lanzó un manifiesto bomba que arrasó en You Tube y caló automáticamente en los más jóvenes. Además agregó también a movimientos sociales más tradicionales.

Hace unas semanas hice un análisis sobre #YoSoy132 para El Diario. Entonces destaqué que el movimiento no era lineal. Ni centralizado. Y que tampoco había sido algo totalmente casual. «La raíz cercana de #YoSoy132 – escribí entonces – «la deberíamos buscar en #InternetNecesario (que desde 2009 lucha por la democratización de Internet), #Wiriruta (contra la construcción de una mina), #GuarderiaABC (contra el incendio de una guardería) y #15×15 (contra la violencia en Ciudad Juarez)». En ese texto, destacaba los grupos de trabajo temáticos y regionales  de #Yosoy132  y el hecho de que ya tengan una red social propia. A día de hoy, me sigo quitando el sombrero ante el movimiento. Su actividad y estrategias han ido in creschendo.

El movimiento consiguió el importante apoyo de los músicos (@MusicosYoSoy132). Realizaron un festival en la plaza del Zócalo en Ciudad de México gracias a mecanismos de crowd funding. Pero me gustaría destacar el fantástico uso orgánico, escalonado y ácido de hashtags en Twitter vinculado a campañas concretas. Por un lado, desde la cuenta oficial en Twitter @YoSoy132MX el movimiento ha estado pidiendo el apoyo en inglés a artistas internacionales como David Bowie, Radiohead o U2. Algunos, como The Mars Volta, Aterciopelados y Cypress Hill se sumaron al acto. Después, el movimiento ha usado la técnica de la cuenta atrás, con hashgtags como #6díasparasalvarMéxico, #5díasparasalvarMéxico, #4díasparasalvarMéxico, para promover el voto informado y crítico. También han lanzado inteligentes hashgtags como #SOSMéxico o#ÚltimatumMéxico. Lo más interesante es que no son hashtaggs vacíos. Van unidos a vídeos, manifiestos e información. Además, algunos tweets son un ejemplo fantástico de uso emotivo-viral de Twitter. Sus tweets son una máquina de imaginarios, de iconos, de nuevos símbolos compartidos. Un ejemplo:  @Soy132MX #Ultimatum132 No queremos un presidente que no pueda mencionar 3 libros #YoSoy132.

#VigilanciaCiudadana y #Observadores132, por ejemplo, son el punto de unión de información alrededor de la campaña de vigilancia electoral del movimiento. #YoSoy132 ha registrado a unos 3.000 observadores ante las autoridades electorales para vigilar el posible fraude del los partidos clásicos como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con un pasado oscuro al respecto. Por otro lado, este movimiento distribuido, se ha convertido en un verdadero Big Brother de los trucos del poder. #YoSoy132 ha desvelado, por ejemplo, cómo el PRI usa Photoshop para manipular imágenes de su campaña.

Sea cual sea el resultado de las elecciones del próximo domingo en México, el surgimiento y expansión de #YoSoy132 pasará a la historia. Y su uso de redes convierte a la figura del community manager en un fósil (vertical y trucado) del pasado. Bienvenidos a la era del radical community manager distribuido y colaborativo.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

«Tenemos que reinventar el mercado desde la sociedad»

El belga Michel Bauwens (@mbauwens), director de la Foundation for P2P Alternatives, es uno de los pensadores más influyentes de la actualidad. Michel sostiene que no estamos viviendo una crisis, sino un cambio de modelo. Y defiende encendidamente el software libre y una sociedad en red. Un nuevo mundo basado en la cooperación y no en la competición. Michel considera a los movimientos Occupy Wall Street y 15M como la vanguardia política de la nueva era. Código Abierto entrevistó a Michel durante el Festival de Cultura Digital de Brasil, celebrado recientemente en Río de Janeiro.

¿Cómo le explicarías la sociedad P2P ( peer-to-peer) a una persona de 65 años que no sabe nada de tecnología?La industria discográfica demonizó tanto el P2P que mucha gente piensa que es «piratería» y no un sistema que facilita el intercambio de archivos…

Suelo remontarme a la invención de la imprenta. El hecho de imprimir con facilidad cambió el papel de la iglesia, que tenía el monopolio de la información. La gente podía leer en otras lenguas diferentes interpretaciones del mundo, compartir libros entre personas. Y eso cambio totalmente las reglas de la sociedad. La tecnología, simplemente, posibilita otro tipo de relaciones. Que cualquier persona pueda entrar en contacto con otra sin tener que pasar por un intermediario, sin tener que pedir permiso, es revolucionario. Fíjate que Facebook ha hecho un estudio entre los grados de separación entre las personas. Antiguamente había 6 personas intermedias entre tú y cualquier persona desconocida. Ahora ha caído a cinco. Es un paso importante en la sociedad. Estamos más densamente conectados.

¿Y eso cómo nos afecta a efectos prácticos?

Implica un cambio en la relación de empleador y empleado, de profesor y alumno. Cada vez hay una socialización más horizontal.Todo, en las instituciones y la sociedad, va a cambiar y adaptarse a esta nueva realidad. Será una época de transición.

El estadounidense Yochai Benkler afirma que pasan 25 años entre la llegada de una novedad tecnológica y el gran cambio social. Hace poco escribía en este blog que si tomamos 1990 como el año de la novedad, cuando Tim Berners-Lee creó el lenguaje HTML e Internet se abrió a la sociedad, nos tocaría cambiar de piel en 2015…. 

La velocidad de las cambios se está disparando. Internet es mucho más rápida que los cambios de la sociedad tras radio y la televisión. Y eso es bueno. Porque tenemos problemas realmente serios. Somos ecológicamente insostenibles. Por eso necesitamos incentivar la cooperación humana, compartir más y encontrar nuevas formas de hacer cosas.

Insisto. Seamos más concretos. ¿Qué va a cambiar?

Nuestro sistema económico está basado en la idea de que todos los recursos son finitos. Además, tenemos un sistema de innovación en ciencia y tecnología que te dice que no podemos trabajar juntos, que no podemos compartir. Tenemos que pedir permisos, pagar copy right. Estamos llegando a la era del procomún y a la peer-to-peer production.

¿Puedes explicar está producción par-a-par, de tú a tú?

Tenemos comunidades de gente que contribuye al saber común, sin derechos de autor. Si desarrollas conocimiento, diseño, en comunidad, es muy difícil que lo hagas mal. Arduino (diseño abierto) o Apache (fundación de software libre) son la prueba. Es todo lo contrario a lo que el marketing ha estado haciendo. Obligar a gente a comprar algo malo. Televisiones que se rompen a los 5 años y que aunque las repares no funcionan. Las comunidades no hacen eso. Diseñan para la sostenibilidad, para la inclusión, para la participación. Construyen, además, de una manera que garantiza la producción local descentralizada. Es una nueva forma de trabajar.

¿Cambiará la forma de funcionamiento del mercado?

Hasta ahora, el mercado atribuía valor a las cosas. Es un sistema basado en  gente que paga a otras personas para trabajar de puertas cerradas. Gente llegando cansada a casa, sin tiempo para hacer otras cosas. Por otro lado, estaría el sistema sin ánimo de lucro no gubernamental. La sociedad civil. Los estados ya no están pudiendo controlar todo, solo de un pedazo del mundo. Tenemos un caos financiero total. Los bancos centrales son inoperantes.

¿Y hacia donde vamos?

El nuevo sistema va afectar a todo, de la micrológica a la macrológica. El corazón del valor productivo está en el procomún, en la sociedad civil. El mercado está creando valores sobre el procomún y  va a parecerse cada vez más a un servicio de la sociedad, no al señor de la sociedad. Los individuos jugarán un papel primordial en la sociedad. El estado estará allá apenas para asegurar la cooperación y un sistema cooperativo.

¿No eres demasiado optimista?

Venimos de un sistema que sobrevivía gracias al egoismo. Vamos  a otro donde la principal motivación es crear algo conjuntamente. No importa por qué escribes en Wikipedia, sino que estás creando contenido. No importa por qué  creas un código en Linux (sistema operativo libre), sino que con ello ayudas a un sistema operativo abierto y universal. Es una inversión. Otra forma de mirar al valor de la creación. Venimos de un sistema basado en la competición. Vamos a otro donde la cooperación es la base. Primero cooperación, y dentro de la cooperación, la competición. Es un cambio de valores. Y es así cómo suceden los cambios sociales. El feudalismo, tras el desmoronamiento del imperio romano, era algo nuevo. Por eso la sociedad peer-to-peer  no es un cambio o evolución del mercado. Será algo más. Va a ser duro, sí. Va a ser una lucha intensa.

¿Cómo afectará a la política esta nueva sociedad en red? ¿Es posible un parlamento P2P?

Me gusta hablar de Occupy Wall Street porque es un movimiento P2P. Se comporta como quieren que la sociedad funcione. Su política es el procomún, lo colectivo. Crean contenido en común alrededor de cosas en las que están de acuerdo. No quieren una competición entre partidos. Son ciudadanos hablando juntos para conseguir un consenso. Son ciudadanos discutiendo cómo deberíamos hacer cosas éticamente. Es una sociedad pensando en red, resolviendo problemas. Tenemos que reinventar el mercado desde la sociedad.

Primavera árabe, 15M español, Israel, Occupy Wall Street, Rusia… ¿Cómo se recordará 2011 en la historia?

La transición hacia la sociedad peer-to-peer será recordada como algo ocurrido entre 2008 y 2012. En 2012 va a haber na crisis mayor que la de 2008, por lo que se acelera todo. Occupy es un movimiento nuevo. Nada que ver con los movimientos del siglo XIX ni con los sesenta Es algo nuevo. Los Indignados, el 15M, también son algo nuevo e importante. No quieren fundar partidos. Ni si quiera un movimiento.

¿Ha entendido la industria cultural el cambio de era, el cambio de modelo?

¡No!  Lo que no se puede compartir no es cultura. Por eso necesitamos nuevas instituciones que no luchen contra lo que se comparte, sino que lo incentiven. Los músicos ya lo están haciendo. Los artistas del viejo modelo tienen miedo de incentivar que se comparta. Piensan, ¿es peligroso? ¡Lo es para el viejo sistema! Los jóvenes artistas hacen las cosas de otra manera. Los gobiernos e instituciones tienen que adaptarse a una nueva situación.

¿Y los medios? ¿ Han entendido el recado de la sociedad en red?

Tenemos muchas nuevas formas de medios. Nuevas plataformas. Todo ha cambiado. Nosotros en la Foundation for P2P Alternatives tampoco creamos tanto contenido. Organizamos contenidos de otros. Decimos qué está creando uno y otro. Incentivamos la conversación. La clave es crear plataformas. Los mass media están en declive, ya no están contando lo que pasa en el mundo.  Lo main stream está en decadencia, cada vez es menos importante. Hay otras fuentes.

Algunas fundaciones como Pro Pública están recurriendo al crowd funding (financiación colectiva) para producir reportajes e investigaciones periodísticas. ¿La prensa se tendrá que apoyar también en el crowd funding?

Tenemos que cambiar la lógica de las relaciones. Todavía tenemos la mentalidad de maximizar beneficios. No hemos cambiado tanto. Lo importante de la revolución peer-to-peer no es la tecnología, sino la nueva ética. ¡Slow money!  Tenemos que pasar al sistema de maximización de productos. Me encanta la tendencia del Agriculutre Supported Agriculture (CSA), cooperativas de agricultores independientes aliados para ser fuertes en el mercado.  En Alemania, hay comunidades vendiendo energías renovables. La gente está empezando a producir su propia energía solar.

¿La inteligencia colectiva de la que habla el pensador Pierre Levy, ya es visible o se queda en algo teórico?

Es real. Juntos sabemos todos. Hay que pensar en la comunidad. ¿Vale la pena tener un juego de taladros para tu Black&Decker que usas una vez al año? ¿ O mejor tenemos uno cada uno en el edificio y nos organizamos? No tiene sentido tener todos los calibres. Siempre hay gentre con el conocimiento apropiado para tu necesidad en la sociedad. En la fundación ayudamos a que esta inteligencia colectiva se manifieste para  mejorar el conocimiento de la humanidad. Apostamos mucho por la Wikipedia. Subimos cualquier cosa interesante. No hay una persona escribiendo artículos. Sí muchos escribiendo en wikipedia. Es otra forma de pensar.