¡Cópiame, por favor!

Texto publicado en Yorokobu el 11/11/2015

La muestra ‘Copyleft Appropriation Art’ de Shanghai legitima la tradición cultural china de la copia y cuestiona los conceptos de plagio y piratería

En 2008, un empresario abrió varios negocios en una calle de la ciudad china de Nanjing con nombres similares a multinacionales occidentales: «KFG», «Pizza Huh», «Haagon Bozs», «Bucksstar Coffee»… La calle fue bautizada como Shanzhai Street, en alusión al término shanzhai (usado en China para definir la imitación). Aunque las autoridades pararon los pies al empresario de Nanjing, las prácticas shanzhai siguieron en la cresta de la ola. Viralizándose, incluso: celebridades shanzhai limitando a estrellas de Hollywood, películas shanzhai, moda shanzhai, programas televisivos que clonan los grandes éxitos de las cadenas estadounidenses. Y productos shanzhai: teléfonos Nokir o Samsing, ropa Dolce&Banana, zapatillas deportivas Naik… Pero el shanzhai, que las marcas occidentales asocian exclusivamente a la piratería, no es algo nuevo en China: la imitación y apropiación forman parte de su raíz cultural.

La ambiciosa muestra Copyleft: Appropriation Art in China, que todavía se puede visitar en el Power Station of Art de Shanghai, pretende poner las cosas en su sitio: la imitación, la copia y la apropiación son prácticas ancestrales del gigante asiático. Prácticas y códigos culturales que a menudo se asocian al halago, a la reverencia, al elogio, a la comunidad. “Shanzhai es un tipo de apropriación — ya sean ideas, nociones conceptuales o representaciones de imágenes — pero va más allá del concepto de apropiación de Occidente», asegura Xiang Liping, el principal comisario de la exposición y una voz reconocida de la Bienal de Shanghai . Aunque el arte de apropiación es una práctica legitimada en Occidente, gracias al trabajo histórico de Marcel Duchamp o Andy Warhol, hasta ahora la apropiación made in China no había subido al palco expositivoMucho menos cuestionando el sistema de copyright occidental.

De la caligrafía al shanzhai

La exposición Copyleft: Appropriation Art in China repasa los principales fenómenos de cultura de la apropiación china. Y se sumerge principalmente en tres prácticas: el linmo (relacionado al método de aprendizaje de la pintura tradicional), la apropriación vinculada al arte contemporáneo y el shanzhai que conecta con la sociedad contemporánea, el consumo y la tecnología. Además, la muestra asocia en su propio site los tres fenómenos al movimiento del software libre: «Copyleft viene de la GNU General Public License (…) garantiza a los usuarios el uso, estudio, copia y modificación del software. El copyleft es usado para representar estas tres manifestaciones de copia que significa tanto el  derecho a copiar como el de crear una copia».

Copyleft: Appropriation Art in China va mucho más allá de la imitación comercial asociada a la pirateria. En la sección linmo, Qiu Zhijie muestra en Copiando a Lanting Xu 1000 veces cómo el artista copia una y otra vez una de las obras de caligrafía clásica más famosa. En el apartado de «Apropiación», Sui Jianguo reiventa la escultura griega con un simple espejo enmarcado, en la obra Discobolus Reversal Space. La ola pop del shanzhai está representada por logos remezclados (como la obra Made in China de Han Feng) o copias de edificios arquitectónicos del mundo (como las pirámides de Gao Yang).

¿Copia o creación? ¿Pirateria o innovación? ¿Halago o expolio? En China, según The Washintong Post, la imitación es la más sincera forma de rebelión. El comisario Xiang Liping asocia incluso la copia al anti-colonialismo: “Que no se nos olvide que durante los tiempos coloniales Occidente vino a China, saqueó su herencia cultural, se la llevó y la enseñó en sus museos. Una perspectiva histórica sugiere que la cultura shanzhai representa un tipo de posición anti-colonial contra la propiedad intelectual que Occidente instauró hace siglos».

El halago de la copia en Oriente

China no es el único país oriental en el que la copia o la imitación tienen connotaciones culturales positivas. El dossier copia/sur: problemas económicos, políticos, e ideológicos del copyright (derecho de autor) en el sur global realiza un repaso de las tradiciones literarias en China y Japón, en las que el «copyright nunca ha tenido papel alguno». En las culturas asiáticas, en palabras del abogado estadounidense Arthur Wineburg, «las invenciones son divulgadas libremente, la copia es una gran forma de halago y el individuo está subordinado a la comunidad».

En la literatura tradicional china, según El Dossier copia/sur, «la reproducción y copia de obras ya existentes nunca han tenido las mismas connotaciones sombrías que tiene en Europa o en Estados Unidos». Lo mismo sucede en la pintura y la caligrafía chinas. Los artistas aprenden copiando a sus ancestros. Y la comercialización del conocimiento es «sencillamente inaceptable en la tradición», según afirma Daniel Burkitt en su libro Copyright culture. El choque Oriente-Occidente en la cultura de la propiedad intelectual también ha sido frontal en Japón, donde el copyright se considera una ofensa a la colectividad. «Reclamar un derecho como propio es considerado una actitud deshonrosa o indigna, especialmente cuando el derecho implica dinero», según escribe Tôru Mitsui en  Copyright and music in Japan . En 1996, Japón se vio obligado a cambiar su ley de copyright, por presión de Estados Unidos.

La muestra Copyleft: Appropriation Art in China no solo cuestiona la definición de «piratería»,  sino que crea una nueva narrativa para las tradiciones creativas colectivas de Oriente contra la legislación global del copyright. «El impacto de la cultura shanzhai se amplifica en el contexto de la China contemporánea porque ahora estamos en la era de  Internet, una tecnología que se basa en la idea de reproducción digital”, matiza el comisario Xiang Liping.

 

#FreeCortázar, queremos las obras de Cortázar en dominio público

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Bernardo Gutiérrez

Hace exactamente dos años arranqué con un proyecto de literatura experimental, abierta y colectiva. El proyecto se tituló Este libro se autodestruirá. En este post explicaba el plan: escribir un relato en un PAD público, un documento digital abierto a todo el que quisiera participar. En la época, los PADS públicos de la plataforma Titanpad.com morían un año después de ser creados. Este libro se autodesturirá sería pues una metáfora de la creación efímera. También cuestiona algunos de los mitos de la creación literaria (el escritor individual inspirado por las musas, la página en blanco como muro…). Y era , sobre todo, un puñetazo táctico contta la rígida gestión de derechos que el copyright impone a las obras hasta muchos años después de la muerte de los autores.

Un año después de comenzar del nacimiento de Este libro se auto destruirá retomé el proyecto, justamente el día de la muerte anunciada del PAD. Aquel río donde estuve (estruvimos) creando una trama coral e imprevisible podría desaparecer para siempre. Confieso que nunca dominé la trama. Perder el control era de hecho parte del plan. Me dejé llevar por ella. Tendí trampas para que también fuese un poco mía. Corté, remezclé, escribí mucho, poseído por la urgencia de la autodestrucción que acechaba a la vuelta de la esquina. Un año después de recomenzar la escritura expliqué en el post Copia o muerte que la única manera de salvar el proyecto ‘Este libro se auto destruirá’ era copiándolo. Copiarlo a cualquier soporte, formato o link. Alguien consiguió copiar todo el contenido del PAD inicial a un nuevo PAD titulado FreeCortázar. Prueba conseguida: la copia salva. Bendito copypaste.

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En Este libro se autodestruriá alguien viaja a París sesentero a mostrarle Internet a Cortazar, única persona capaz de salvar este planeta distópico del siglo XXI. ¿Qué habría hecho en la era de Internet el visionario de los links que transformó Rayuela en un libro sin principio ni fin, sin dentro ni fuera? Como mínimo, salvaría el mundo. En la trama  de Este libro se autodestruirá una serie de personajes se enredan en pergaminos, planes contra las multinacionales y filtraciones de Wikileaks. Julian Assange también aparece en las líneas del libro que sobrevivió a su própria destrucción. En el texto, yo fui escribiendo paisajes: lo que ocurría mientras escribía, en mi día a día en el laboratorio rural NUVEM, en la sierra de Rio de Janeiro.

Y dos años después, con el mundo patas arriba, volví NUVEM, a una casa rural, cerca de Maromba, a hacer una última “residencia creativa” para intentar avanzar hacia algún lugar que todavía desconozco. La trama llegó a un punto claro: uno de los usuarios más activos durante el proceso sugirió remezclar un libro raro de Cortázar, del año 1974: Fantomas contra los vampiros multinacionales. Su protagonista era un héroe enmascarado. Luchaba, como los desdibujados personajes de Este libro se auto destruirá, contra un planeta injusto. Y aquí estamos de nuevo, frente al espejo del PAD, reflejándonos en un agujero negro del copyright, en un exuberante sótano de la creación colectiva, al margen de celulosas y agentes literarios (traficantes de derechos).

Mientras remezclaremos el librito de Cortázar – sin pedir permiso a nadie, sólo faltaba – ponemos en marcha una petición en la plataforma Oiga.me. Se titula #FreeCortázar, queremos las obras de Cortázar en dominio público. Todo el mundo que la firme provocará que le llegue un mail a Carina Pons, responsable de la agencia Carmen Ballcells de gestionar los derechos de autor en España, un país distópico en derechos de autor. La culpa no es de Carina. Pero lo ha tocado el marrón. En Argentina, país natal del Cortázar, las obras pasarán a dominio público en 2054. En España, en 2064. La campaña tiene un objetivo simbólico (cuestionar por qué las obras de cualquier genio universal continúan tantos años con copyright) y un objetivo más concreto y asequible: la liberación de los derechos de Fantomas vampiros multinacionales.

Aquí un pedazo de la petición en Oiga.me que será enviado por mail a la agencia Carmen Ballcells de Barcelona, que explica por qué Fantomas es nuestro mejor aliado en este viaje:

“Siendo Cortázar un autor extremadamente innovador, habiendo usado el pastiche o collage en El libro de Manuel, la aplicación rígida del copyright a la obra del escritor es una contradicción.

El sueño de muchos sería la inmediata liberación de los derechos de las obras de Julio Cortázar. Dada su dificultad, solicitamos la liberación del libro Fantomas contra los vampiros multinacionales (1974). Cortázar aprovechó un personaje ya existente en Francia desde 1911 (villano) que resurgió como héroe justiciero en cómics mexicanos en los años 60. Privatizar imaginarios populares es un robo. Cortázar, que reinventó a Fantomas como un héroe contra las multinacionales y las élites, estaría de acuerdo con la liberación de los derechos. Mientras remezclamos colectivamente Fantomas contra los vampiros de las multinacionales en este PAD llamado FreeCortázar solicitamos la liberación de los derechos de autor del libro. La liberación sería el éxito de Fantomas con el que Cortázar siempre soñó. Esperamos que sea el primer paso de la total liberación de los derechos de Julio Cortázar. La humanidad se lo merece”.

Y aquí-allí estamos, en la creación transpíxel de Este Libro se auto destruirá que ya es casi eterno. Escribiremos (bienvenidas todas) en este link: titanpad.com/freecortazar. A partir de la línea 700 aproximadamente comienza  el remix.

Dialogaremos en el hashtag #FreeCortázar en Twitter, Facebook o Instagram.

Divulgaremos la petición de Oiga.me para liberar los derechos de Cortázar. Aquí en este link.

Diviértanse. Cortázar estaría de nuestro lado, disfrutando con cada nuevo vínculo, asomado a cada frase creada por la multitud. Mi conexión a Internet aquí en NUVEM es intermitente. Hasta el domingo tal vez esté por momentos off line, cocinando palabras, para luego colarlas en el relato-remix colectivo.

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#OurNetMundial, campaña global por una internet libre

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El NetMundial.br, el evento que arranca el próximo día 22 en São Paulo para intentar encontrar un nuevo camino global contra la vigilancia y a favor de la Internet libre, ya tiene su clon: NetMundial.net. El encuentro oficial fue convocado por la presidenta de Brasil Dilma, Rousseff, tras las revelaciones de Edward Snowden. Pero a pesar de que existirá un espacio participativo, el #ArenaNetMundial, activistas de Brasil y de todo el mundo, desconfían del resultado del encuentro oficial #NetMundial. Para ello, se ha lanzado la campaña #OurNetMundial,  Por el fin de la vigilancia y por una Internet libre. El hashtag de Twitter echa humo (arriba un mapa de la comunidad usando la versión premium de Bluenod). Y en Oiga.me se recopilan firmas para presionar a los Gobiernos del mundo. A continuación, la carta completa.


Por el fin de la vigilancia global y por una Internet libre

Un mensaje a los gobiernos del mundo

Edward Snowden reveló la colaboración entre gobiernos del mundo entero y poderosas empresas del Silicon Valley para convertir la tecnología que usamos en nuestro día a dia en herramientas de control social, político y económico. Esa injustificable violación en masa de nuestra confianza y privacidad está afectando al potencial democrático de Internet y poniendo en riesgo su futuro.

El año pasado, Dilma Rousseff, la presidenta de Brasil, condenó las actividades de esa red global de espionaje electrónico en su discurso en la Asamblea General de la ONU. Y convocó el Fórum NETmundial (Encontro Multisectorial Global Sobre el Futuro de la Gobernanza de Internet).

A pesar de la promesa, la versión más reciente del documento NETmundial «Principios de la Gobernança de Internet»[1] es frustrante, porque está vacía de contenio real y no tiene fuerza. Las referencias incluidas en la primera versión [2] sobre la no discriminación de las comunicaciones (Neutralidad de la Red) o sobre la carrera armamentísta de ciberarmas fueron retiradas. El texto propuesto ni menciona la vigilancia en masa hecha por la NSA con la participación activa de empresas como Google, Apple, Facebook, Microsoft etc. Además, falla al no proponer ninguna acción concreta al respecto.

Los Gobiernos tienen la obligación moral de proteger las liberdades fundamentales de sus ciudadanos contra agresiones de entidades públicas y privadas. Esperamos que protejan la arquitectura descentralizada de Internet Libre como un bien común planetario.

Exigimos que los Gobiernos tomen decisiones concretas:

I. Adopten el ejemplo de Brasil con el «Marco Civil de Internet», una legislación robusta que protege nuestra libertad y la Neutralidad de la Red, libre de mecanismos de censura y de vigilancia global como la retención de datos administrativos.[3]

II. Tomen medidas efetivas para devolver la tecnologia a las manos de los ciudadanos, invirtiendo recursos para promover y reforzar: el acesso universal a internet, software libre; hardwares que los ciudadanos puedan controlar y en los que puedan confiar, arquitecturas descentralizadas y criptografia punto a punto. Y que pongan fin a la militarizacion del espacio cibernético.

En caso contrario, los gobiernos serán, en la mejor de las hipótesis, cómplices de este régimen de censura y vigilancia global. En la peor de las hipótesis, actuarán contra los intereses de los ciudadanos y atacarán de forma deliberada la Internet Libre.

[1] Vea y comente aqui: http://document.netmundial.br/1-internet-governance-principles/

[2] Vea el esbozo filtrado por Wikileaks en: https://wikileaks.org/netmundial-outcome/

[3] La versión actual del Marco Civil de Internet está siendo discutida en el Senado de Brasil y obliga a retener datos por parte de los proveedores de contenido, lo que significa un retroceso en el avance de Internet Libre.

Copia o muerte

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Este libro se autodestruirá. De aquí a unas horas. Tal vez en unos minutos. Si la política de la plataforma TitanPad , el documento en el que inicié hace casi un año el proyecto, es cierta, Este libro se auto destruirá  desaparecerá. La creación colectiva, tejida en red desde muchos puntos del planeta, se irá para siempre. ¿El proyecto, que comencé en lab rural Nuvem, en la sierra de Río de Janeiro no habrá servido para nada? ¿Cómo evolucionó la trama del relato cocinado de forma coral que nació como broma, provocación o experimento copyleft? ¿Qué ha pasado durante el año de vida de este documento abierto que cualquier persona puede modificar?

Confieso que casi nada. Tras mi semana de reclusión, edité algunas partes. Añadí algunas otras. Alguien borró todo el contenido del documento.Tuve que recurrir a la artimaña del time slider – parte superior derecha – para recuperarlo. Después, el vértigo de 2013 secuestró mi tiempo-reservado-para-la ficción. Como si la realidad, con Turquía y Brasil tirándonos de la oreja del conformismo,  fuese una novela coral, una ficción de tono tan ciberpunk y apocalíptico como la trama de Este libro se autodestruirá. Y aquí estamos, asomados al precipicio del fin, de la página/bit cerrada, con recelo de ese vacío-que-tal-vez-nos-consuma. Sería una pena: nos quedamos a las puertas de la remezcla colectiva del relato Fantomas contra los vampiros de las multinacionales, de Julio Cortázar que alguien sugirió en Facebook mientras escribíamos.

Sería una pena que todo acabase ahora. Soñaba con remezclar colectivamente a Fantomas, adaptarlo a la era Anonymous. Y de pasó tocar un poco las narices a quien tenga los derechos de autor de Julio Cortázar, ese monstruo universal que todavía está en manos de una agencia literaria (#TiemblaCarmenBalcells). La remezcla / campaña #FreeCortázar  que presionase a los secuestradores de la obra de Julio Cortázar sería un sueño para él, para el inventor del vínculo, de la novela requebrajada por un tiempo circular.

Pero tenemos un plan. ¿quién dijo que los libros mueren? ¿quién insinuó que la trama apenas existe dentro del formato? ¿quién piensa que apenas hay literatura dentro de la celulosa o de las pantallas?  Tenemos un plan, decía. Y ya no nos hará falta memorizar la trama coral ni las subtramas de la vida como en Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. La copia nos salvará. Copia o muerte. Copia el contenido de Este libro se autodestruirá o moriremos. Corta y pega. Róbanos. (RE) crea la trama. Mútala. Córtale el verbo. Afina las tildes. Simple: corta y pega el contenido de este documento en cualquier otro. Mejor si es un pad compartido, online, abierto. Comunícalo como quieras. Sugiero un hashtag en twitter: #LibroSuicida.

La copia nos salvará. Nos permitirá continuar la trama. Podremos seguir jugando, remezclando, abrazándonos en ese juego infinito de la creación colectiva donde la supervivencia del rito, del intercambio, sustituye a la meta final, a la cultura, a cualquier objeto. Nuestro objetivo es preservar las historias, el juego infinito, el eco de nuestra conversación. #FreeCortázar, una remezcla colectiva y transgresora, nos espera más allá del click que salvará al libro suicida de nuestra trama.

#SmartCitizensCC, un protocolo de redes expandidas

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¿Cómo se construye un proceso colectivo a partir de una exposición? ¿Existe una fórmula de gestión distribuida de redes sociales que beneficie al bien común? ¿Cómo deconstruir un proyecto que el mercado y las instituciones entienden como una marca? ¿Como generar un proceso de comunicación expandida que beneficie a los diferentes nodos pero que refuerce un proceso común? Las preguntas salen a colación a partir del proyecto#SmartCitizensCC, al que me incorporé con mi red Futura Media.

El punto de partida del proceso fue Smart Citizens, una exposición en el Centro Centro de Madrid, comisariada por Paisaje Transversal. La exposición comenzó a transformarse en proceso #SmartCitizensCC con la licencia usada para los contenidos de la misma (Creative Commons). No tardó en llegar la primera remezcla-reuso  del contenido, de la mano de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de Madrid. Los hang outs (aquí uno de ellos) que comenzamos a realizar con algunas experiencias mapeadas en la exposición inicial y otras diferentes ayudaron a expandir el proceso. Teníamos claro desde el inicio también que el contenido de las redes de #SmartCitizensCC (Twitter, Facebook y Flick) no tenía que hablar exclusivamente de la exposición Smart Citizens. Ni siquiera del proceso #SmartCitizensCC. De hecho, el contenido del proceso en dichas redes es minoría.

El paso natural era crear una plataforma de contenido propia, para ir más allá la exposición Smart Citizens, definida / criticada como «espectáculo» por el urbanista Doménico di Siena. La plataforma SmartCitizens.cc ya está online. Su contenido, como explicaba en este mismo blog, será transversal, fresco, interdisciplinar, inspirador, poético, teórico. Y claro: el contenido sobre el proceso #SmartCitizenscc no superará el 25% del total. Al mismo tiempo, creamos una revista social en Rebel Mouse, automatizando el hashtag #SmartCitizensCC,  que ya no controlamos los que empujamos inicialmente el proceso. Sin embargo, considerábamos claramente insuficiente esta estrategia de comunicación-conexión para generar un verdadero proceso abierto.

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Para seguir investigando y expandiendo el proceso hemos trabajado en un documento abierto titulado Protocolo de redes compartidas, disponible online en un PAD colectivo, con los protocolos de uso de redes abiertas. Del documento, que admite modificaciones, destaco los siguientes puntos:

-La clave de las redes (twitter, facebook, flickr y las que se abran) estará a disposición de las redes y colectivos que quieran hacer uso de ella.

-Puesta en marcha de la gestión colectiva de la cuenta de Twitter con la herramienta crTweet, que permite una gestión colaborativa a partir de retweets (RT). Autorizando el uso a determinadas cuentas, cualquiera de ellas consigue un RT automático desde @SmartcitizensCc usando crT + la cuenta al final del tweet. Ya están participando las siguientes cuentas:

  • @bernardosampa @codigoabiertoCC @futura_media  @reportera09  @paistransversal  @jarevalomartin  @territorista @cdebatesurbanos @conectakultura @Wikimedia_mx @alanlzd

-La gestión del blog SmartCitizens.cc será colaborativa. Cualquier colectivo afín podrá agragar contenido. El porcentaje de contenido del proceso #SmartCitizensCC no deberá superar el 25%.

Una pregunta que algunos pensarán que debeíra abrir esta entrada. ¿Y qué es exactamente #SmartCitizensCC? Lo que más me interesa es que no tenemos una respuesta cerrada ni definitiva. #SmartCitizensCC es más un juego infinito que uno finito, siguiendo la teoría de James Carse. Tal vez #SmartCitizensCC sea más pregunta que respuesta. Personalmente, me gustaría que pasarán algunas de las siguientes cosas (o todas) alrededor de #SmartCitizensCC.

-Co-crear un imaginario de Smart Citizen (ciudadano inteligente) que se contraponga al de Smart City creado por el mercado.

-Cocinar un código ético estricto del proceso #SmartCitizensCC que permita la expansión geográfica del proceso. Un código que, como las cuatro libertades del software libre, impida que cualquiera que no lo cumpla no pueda apropiarse de dicho código y de los protocolos compartidos.

-Realización de múltiples exposiciones post it en diferentes ciudades del mundo, donde #SmartCitizensCC sea apenas un código fuente enriquecido por diferentes agentes, colectivos, redes.

-Incentivar el intercambio de métodos, protocolos, proyectos, contenidos y experiencias de diferentes colectivos del mundo gracias a las plataformas y herramientas usadas por #SmartCitizensCC.

-Desarrollo de diferentes laboratorios urbanos que incentiven las intervenciones urbanas, la activación de la inteligencia colectiva en entornos urbanos y/o rurales.

-Que los colectivos que implementen el proceso #SmartCitizensCC puedan rentabilizar con recursos el emprendimiento. Que el bien común – y recursos comunes – se vean beneficiados de la expansión del proceso.

Y tú, ¿qué piensas del proceso #SmartCitizensCC? ¿Alguna sugerencia en el PAD común?

 

Everyone can be a remixer

Me quito el sombrero ante el colectivo ZEMOS98. Cuando el prestigioso programa Metrópolis de Radio Televisión Española (RTVE) les envía una ‘Carta Blanca’ para realizar un programa, los ZEMOS98 optan por no hablar de sí mismos. Y elaboran un tutorial para que cualquier personas se convierta en un remixer audiovisual al servicio del bien común. Interesante que RTVE está usando ya bastantes licencias Creative Commons. Aquí un corta-pega del site de la cadena:
«En respuesta a la invitación de Metrópolis, ZEMOS98 ha optado por resumir, en formato de videotutorial, sus investigaciones en torno a la remezcla de material de archivo y de productos mediáticos. Las remezclas reunidas en Everyone Can Be a Remixer nos presentan el actual ecosistema audiovisual como una red infinita que posibilita que cada memoria cree su propia leyenda. Everyone Can Be a Remixer es un videotutorial sobre remezcla crítica que atraviesa dos de las áreas de acción que han venido obsesionando al colectivo ZEMOS98 en los últimos años».

Dmytri Kleiner: «La misión de la Web 2.0 es destruir el aspecto P2P de Internet»

Marc Garrett entrevista a Dmytri Kleiner

“En los albores del nuevo milenio, los usuarios de la Red están desarrollando un modo de colaboración mucho más eficaz y ameno: el ciber-comunismo” Richard Barbrook, “El Manifiesto CyberComunista

Dmytri Kleiner, autor del Manifiesto Telekomunista, es un desarrollador de software involucrado en proyectos que “investigan la economía política de Internet, junto al ideal de la autoorganización obrera de los medios de producción, como una forma de lucha de clases.” Nacido en la URSS, Kleiner se crió en Toronto y actualmente reside en Berlín. Es el fundador del Telekommunisten Collective (Colectivo Telekomunista), un proveedor de servicios de telefonía e Internet que también se dedica a proyectos artísticos como deadSwap (2009) y Thimbl (2010) a fin de explorar cómo las relaciones sociales están esquematizadas dentro de las tecnologías de la comunicación.

“Recientemente, recibimos una copia física del Manifiesto Telekomunista en la redacción de Furtherfield. Tras leer el manifiesto, es patente que supone un revulsivo en el debate sobre iniciativas colaborativas basadas en el procomún. Es una llamada a la acción que pone en entredicho nuestro comportamiento social y nuestra relación con la propiedad y los métodos de producción. El manifiesto propone alternativas a Creative Commons y a las manifestaciones jerárquicas del capitalismo (tanto en red como en espacios físicos) mediante una actitud Copyfarleft, así como las estrategias colectivas del Telekomunismo y su “Comunismo de Riesgo”.a Son muchos los colectivos de arte digital que intentan salvaguardar sus principios éticos en un mundo en el que es casi inevitable verse absorbido por el poder institucional. Esperamos que esta conversación ofrezca alternativas para proceder con cierta dignidad recíproca dentro de este torbellino al que llamamos vida…”

Que empiece la discusión…

Marc Garrett: ¿Por qué decidiste crear una copia en papel del Manifiesto republicada por el Institute of Networked Cultures (Instituto de Culturas en Red), de Amsterdam?

Dmytri Kleiner: Geert Lovink se puso en contacto conmigo ofreciéndose a publicarlo y acepté la oferta. Con textos largos, me parece más práctico poder leer copias físicas.

MG: ¿A quién va dirigido el Manifiesto?

DK: Me siento identificado con hackers y artistas con conciencia política, especialmente artistas cuya obra está relacionada con la tecnología y la cultura en red. Gran parte de la temática y la ideología expuesta en el Manifiesto proviene de una conversación continua con estas comunidades y el Manifiesto es una contribución más a ese diálogo.

MG: Desde la llegada de Internet, hemos vivido el auge de varias comunidades en red que han explorado una expresividad tanto individual como colectiva. Muchas coinciden en su oposición a los sistemas masivos desplegados por corporaciones como Facebook y MySpace. Evidentemente, vuestro proyecto critica toda esa hegemonía que influye en nuestro comportamiento mediante la esquematización en red, la apropiación neoliberal y un aparato de vigilancia cada vez más expandido. En el manifiesto dices “Para poder cambiar la sociedad debemos expandir activamente el alcance de nuestros bienes comunes, para que nuestras comunidades independientes, entre iguales, sean materialmente sostenibles y capaces de resistir los avances del capitalismo.” ¿Puedes dar algún ejemplo de alternativas “materialmente sostenibles”?

DK: Ahora mismo no hay ninguna. Para ser preciso, lo único que poseemos en común es la riqueza inmaterial, por lo que cualquier plusvalía derivada de estas nuevas plataformas y relaciones siempre acabará en manos de quien gestiona recursos escasos, bien porque son físicamente escasos, o porque se les ha impuesto la escasez mediante leyes que protegen patentes y marcas registradas. La sostenibilidad de las comunidades en red depende del acceso a unos bienes comunes capaces de sustentar a estas mismas comunidades. Tenemos que expandir el ámbito del procomún para incluir estos bienes.

Dmytri Kleiner en la presentación del ‘Manifiesto Telekomunista” en “Economies of the Commons 2”, noviembre de 2010, De Balie, Amsterdam.

MG: El Manifiesto reabre el debate en torno a la importancia de las clases, y dice “La condición de la clase obrera en la sociedad se ve esencialmente asociada a la falta de poder y a la pobreza; la condición de la clase obrera en Internet no dista mucho.” ¿Puedes darnos algunos ejemplos de esta clase obrera en el contexto de Internet?

DK: Mi concepto de clase obrera es muy clásico: cualquiera cuya subsistencia dependa de estar trabajando continuamente. El sistema de clase describe una serie de relaciones. El proletariado es aquella clase que carece de los medios de producción independientes necesarios para garantizar su propia subsistencia y, por tanto, necesita de un salario, de mecenazgo o de caridad para sobrevivir.

MG: Por una serie de motivos personales y sociales, me gustaría que la clase obrera no fuera exclusivamente percibida como marginada o económicamente desaventajada, sino verla también como una clase involucrada en situaciones de empoderamiento individual y colectivo.

DK: Claro, la clase obrera comprende a una gama muy amplia de personas. Lo que les une es que, por lo general, no son propietarios de bienes productivos. Como clase, no tienen capacidad de acumulación de plusvalía. Como verás, mi concepto de clase no tiene nada de novedoso.

MG: Tras las muerte de Marx, Engels le recordó a los estudiosos de éste que “Toda la historia ha de ser estudiada de nuevo”.1 Dentro de la clase obrera de la cultura contemporánea y la cultura en red ¿quiénes son los individuos o colectivos que ves con más posibilidad de escapar de su clase social?

DK: Siempre ha habido individuos capaces de superar su clase social. Muchos empresarios de la burbuja puntoCom le sacaron partido a las “ventas” multimillonarias de sus plataformas, al igual que otros individuos desprovistos de propiedad en otros ámbitos. Ahora mismo, la movilidad entre clases y a gran escala se ha vuelto mucho más improbable. Si naces pobre hoy en día, tendrás menos oportunidades de no morir siendo pobre o de evitar que tus hijos queden sumidos en la misma pobreza. Es la condición global.

No nos veo trascendiendo estas condiciones de clase hasta que haya una abolición de las clases. Aunque ahora, y a base de equivocación, se puede convencer a la gente de que el concepto de clase social ha dejado de ser aplicable. De hecho, es una táctica muy extendida entre la derecha para degradar la conciencia de clase. Aún así, las condiciones de clase son relacionales. El poder de las clases varía según la época y dependiendo de la condiciones históricas.

La condición de una clase reside en el equilibrio de su lucha contra las demás clases. Este equilibrio viene determinado por su capacidad de lucha. El procomún es uno de los componentes que afectan nuestra capacidad, especialmente al reemplazar bienes por los que, en otras circunstancias, hubiéramos tenido que comprar a dueños capitalistas. Si lograramos traspasar la producción desde bienes productivos propietarios hasta bienes comunes, habría un desplazamiento en este equilibrio de poder entre clases y, así, más que escapar de nuestra condición de clase, la transformaremos. Pero este traspaso es proporcional al valor económico de los bienes, por lo que requiere de una expansión del procomún para incluir bienes con valor económico o, lo que es lo mismo, bienes escasos capaces de producir rentas.

MG: El Manifiesto Telekomunista propone un “Comunismo de Riesgo” como nuevo modelo operativo para la producción entre iguales, alegando que “el comunismo de riesgo provee una estructura para que los productores independientes compartan un patrimonio común de activos productivos, permitiendo que las formas de producción antes asociadas exclusivamente con la creación de valor inmaterial, como el software libre, se extiendan a la esfera material”. Aparte de vuestra evidente apropiación lingüística del término “Capitalismo de Riesgo” para convertirlo en “Comunismo de Riesgo”, ¿cómo surgió la idea?

DK: Empezó con la apropiación del término.

La idea surgió de la comprensión de que todo lo que estábamos haciendo dentro de las comunidades de la cultura libre, el software libre y las redes libres, sólo era sostenible cuando servía a los intereses del capital y que, por tanto, no tenía la capacidad emancipadora que yo y otros veíamos en ellas. La financiación capitalista implica que, en el fondo, lo único que permanece libre es el capital en sí. El software libre estaba en su época de crecimiento, mientras que la cultura libre se vio sumida en una guerra en torno al derecho a compartir y reutilizar, con el resultante desplazamiento desde las redes libres hacia las plataformas centralizadas, la censura y la vigilancia. Al darme cuenta de que esto se debía a la lógica de captura de ingresos y la precondición del capital, supe que necesitábamos una alternativa y unos modos de financiación compatibles con los ideales emancipatorios que, para mí, van implícitos dentro de la comunicación libre, junto a una manera de construir infraestructuras comunicativas concebidas como libres y con la capacidad de permanecer como tal. Bauticé todo este concepto como “Comunismo de Riesgo” y me puse manos a la obra para entender cómo podría llevarse a cabo.

MG: Es un vehículo eficaz para la lucha revolucionaria de la clase obrera. También hay una propuesta para una “Comuna de Riesgo”, a modo de empresa. ¿Cómo funcionaría?

DK: La comuna de riesgo funcionaría de la misma manera que un fondo de inversión de capital de riesgo, pero financiando empresas basadas en torno al procomún. El papel de la comuna sería distribuir propiedades escasas de la misma forma que una red distribuye propiedades inmateriales. Adquiere sus fondos emitiendo titulización de créditos — por ejemplo, en forma de bonos — y adueñándose de bienes productivos para ponerlos en venta, beneficiando así a las empresas que están bajo su tutela. Los trabajadores de la empresas son también dueños de la comuna, y las rentas obtenidas se dividen equitativamente entre todos. Esto, como complemento a cualquier remuneración que puedan recibir por su trabajo dentro de las empresas.

Esto es sólo un boceto y en ningún momento digo que el modelo del comunismo de riesgo esté acabado, o que las ideas que expreso en torno a él sean definitivas. Se trata de un proyecto continuo y, en tanto que tenga un futuro, no me cabe duda de que evolucionará según se vaya topando con la realidad, por no mencionar las ideas de los demás y sus innovaciones.

Lo principal es que necesitamos un modelo como este, su implementación y los detalles que propongo son… pues eso, propuestas.

MG: Entonces, con esta combinación de software libre, licencias Copyleft y Copyfarleft y los medios de producción entre iguales, ¿habría propiedades a título del colectivo o cooperativa, igual que ocurre con las acciones de una empresa?

DK: El modelo que apoyo ahora mismo es el de comuna que agrupa muchas empresas, cada una de ellas independiente y de tal manera que la comuna sería la propietaria del 100% de las acciones de cada empresa. Los trabajadores de las empresas serían también propietarios de la comuna. La comuna tendría acciones que se distribuirán entre los propietarios y tocarían a una por cabeza.

MG: En el Manifiesto hay una sección titulada “CREATIVE ANTI-COMMONS” b en la que se habla de Creative Commons como algo contrario al procomún, vendiendo “la lógica de la privatización capitalista bajo un nombre deliberadamente engañoso”. Esto para muchos, ya sean liberales o con una mentalidad más radical, es un tema controvertido, dado que cuestiona la propia naturaleza de muchos comportamientos en red. Me siento intrigado por la elección de la palabra “privatización”. Muchos, y me incluyo a mí mismo, asumimos que describe un proceso en el que una organización sin ánimo de lucro pasa a ser un negocio privado, normalmente a instancias del gobierno y con el objetivo de añadir más ingresos a los presupuestos nacionales a través del desmantelamiento de servicios públicos generalizados. ¿Estás diciendo que Creative Commons actúa de la misma manera, pero dentro de su rol de corporación distribuida y basada en Internet?

DK: Hay partes significativas del Manifiesto que son remezclas de textos anteriores y esa frase originalmente proviene de un artículo más largo llamado “COPYRIGHT, COPYLEFTYCREATIVEANTICOMMONS,» escrito por mí y Joanne Richardson bajo el seudónimo de «Ana Nimus».

Con esto queremos expresar que el “común de “Creative Commons” está privatizado porque el autor sigue reteniendo su copyright mientras que, en la mayoría de los casos, lo único que se ofrece a la comunidad está bajo cláusulas no comerciales. El autor original disfruta de privilegios especiales, mientras que los usuarios del procomún tienen derechos limitados, específicamente limitados y de tal manera que se elimina cualquier posibilidad de que se ganen la vida por medio de esa obra. Por tanto, estas obras no pertenecen al procomún, sino que son obras privadas. El autor original es el único con derecho a rentabilizar la obra.

Toda concepción previa de un procomún intelectual o cultural — incluyendo la cultura pre copyright y anti copyright, y los principios del movimiento del software libre — estaba basada sobre el concepto de no conceder privilegios especiales al autor original, prefiriendo insistir en el derecho de todos a utilizar y reutilizar este material en común. Las licencias no comerciales representan una privatización de la idea del procomún y la reintroducción del concepto de un artista original y único con derechos privados y exclusivos.

Es más, dado que considero toda expresión como una extensión de percepciones previas, las ideas “originales” sobre las cuales se derivan esta serie de derechos no son realmente originales, sino una apropiación ejecutada mediante los derechos auto-otorgados de los licenciadores de Creative Commons. Más allá de la mera privatización del concepto y composición del procomún moderno cultural, al determinar un autor único, Creative Commons coloniza nuestra cultura común, otorga una autoría exclusiva a un cuerpo de trabajo en crecimiento constante y, en efecto, expande el alcance de la cultura privada en detrimento de la cultura del procomún.

MG: Esto nos lleva a Thimbl, una platafroma de microblogging distribuida, de código abierto y gratuita que, según tus palabras, es “…similar a Twitter o identi.ca. Pero Thimbl es una aplicación web especializada basada en un protocolo de información de usuario llamado Finger. El protocolo Finger se desarrolló en los 70 y, como tal, es compatible con todas las plataformas de servidor actuales.” ¿Por qué creaste Thimbl y qué tipos de individuos y grupos crees que lo van a utilizar y cómo?

DK: En primer lugar, y por encima de todo, Thimbl es un concepto artístico.

Una de las corrientes base del Telekomunismo es que el capital no financia a plataformas distribuidas y libres, sino que prefiere financiar plataformas centralizadas y de propiedad privada. Thimbl es, en parte, una parodia de tecnologías supuestamente innovadoras como Twitter. Al crear una plataforma similar a Twitter pero utilizando el protocolo Finger, Thimbl demuestra que “el micro-blogging” ya era parte de la cultura en red de los 70 y que, por consiguiente, ni la inversión de capital multimillonario, ni los centros de datos centralizados masivos son realmente necesarios para ejecutar estas formas de comunicación, sino que más bien se utilizan para tener un control centralizado y obtener rentas de las propias plataformas.

MG: En InfoEnclosure-2.0 ,c un ensayo colaborativo con Brian Wyrick publicado en Mute Magazine, decís que “La misión de la Web 2.0 es destruir el aspecto P2P de Internet. Ahora tú, tu ordenador y tu conexión a Internet dependéis de un servicio centralizado que controla tu capacidad de comunicación. La Web 2.0 supone la ruina de los sistemas libres entre iguales y el regreso de los ‘servicios online’ monolíticos.”2 ¿Crees que Thimbl es un ejemplo del tipo de plataforma que nos liberará de la dominación de las corporaciones Web 2.0?

DK: Claro. Thimbl, aparte de ser una parodia, propone una visión de futuro viable, dado que extiende la utilización de las plataformas de Internet clásicas como alternativa a la implementación de plataformas “full-stack” hipercomplejas. De todas formas, explicamos por qué estas opciones se han ido dejando de lado y que “…el reto más significativo no es técnico sino político”. Nuestra subsistencia como desarrolladores de software nos obliga a trabajar para unos patrones que, la gran mayoría de las veces están financiados por el capital y, por tanto, tienen un interés primordial en el control de los datos de usuario y sus interacciones, dado que la comercialización de estos datos es un prerrequisito para recibir el capital.

Thimbl tendría que verse adoptado por una comunidad muy amplia antes de convertirse en una plataforma viable. Un colectivo pequeño como el nuestro sólo puede llevar el proyecto hasta cierto punto. Estamos encantados de ayudar a cualquiera que quiera unirse a través de nuestro servidor de Thimbl. Creo que “conoce” a la mayoría de los usuarios, dado que yo personalmente sigo a todos los usuarios existentes de Thimbl, o eso creo, y así es como puedes ver el estado de la “Thimbl-esfera” dentro de una línea temporal global.

Pero incluso si el desarrollo de una plataforma como Thimbl no es terriblemente significativo (porque hay mucho que lograr, muy rápidamente), el valor de una plataforma social se deriva del tamaño de su base de usuarios, por eso organizaciones con más alcance que Telekommunisten tendrán que adoptar la plataforma y contribuir a ella para que vaya más allá de ser un concepto gráfico y que funcione como plataforma.

Por otra parte, y como dice la propia página web, “la idea de Thimbl es más importante que el propio Thimbl”, y nos parecería genial ver la creación de otra plataforma libre y gratuita que extendiera los protocolos de Internet clásicos. Hay quien ha sugerido utilizar smtp/nntp, xmmp o incluso http/WebDav en vez de Thimbl, y cada uno de estos tiene sus ventajas e inconvenientes. Nuestro objetivo es desarrollar una plataforma abierta y libre, funcione como funcione, y Thimbl es una contribución artística técnica y conceptual en torno a este objetivo.

MG: Otro proyecto es la página de Facebook de Telekommunisten, donde ya tenéis más de 3000 fans. Es un buen ejemplo de la complejidad y las contradicciones que afectan a muchas iniciativas independientes. Tenemos la impresión de que Internet, en estos momentos, está controlado por una serie de nodos centrales; es como cuando un vecindario se ve dominado por grandes espacios comerciales, mientras que las tiendas más pequeñas e independientes se ven desplazadas. Con esto en cuenta, ¿cómo sorteas estas contradicciones?

DK: No quise utilizar Facebook ni otras plataformas similares durante mucho tiempo. Prefería utilizar el correo electrónico, Usenet y IRC, tal y como vengo haciendo desde los 90. Cuando escribí InfoEnclosure 2.0 aún no era usuario de estas plataformas. Aún así, cada vez era más evidente que la gente no sólo estaba adoptándolas, sino que prefería recibir información a través de ellas; prefiere que se le contacte por redes sociales antes que a través del correo electrónico. Compartir cosas en Facebook les interesa, mientras que recibir correos electrónicos resulta cansino para ciertas personas. Creo que esto se debe a una serie de motivos que, de por sí, son interesantes y comienzan con el hecho de que el capital ha invertido millones para mejorar la utilidad de estas plataformas, mientras que las plataformas de Internet “clásicas” se han quedado más o menos como estaban en los 90. Además, hay mucha gente utilizando las redes sociales que jamás fue partícipe del tipo de listas de correos o grupos de Usenet, etc que yo empleaba antes para compartir información.

Me di cuenta que, para alcanzar a más gente y compartir información, tendría que hacerlo a través de las tecnologías que empleaban los demás, que no son necesariamente las que yo preferiría utilizar.

Mi crítica de Facebook y de otras plataformas similares no es que no sean útiles, sino que son plataformas privadas, centralizadas y patentadas. Además, abstenerme de utilizar Facebook en nombre de mi propio ascetismo mediático no me interesa. No veo el capitalismo como una elección de consumo, estoy más interesado en la condición de las masas, que en mi propia corrección consumista. Al final está claro que criticar a plataformas como Facebook hoy en día supone una utilización de estas plataformas. Por todo esto me hice usuario y lancé la página de Telekommunisten en Facebook. No es sorprendente que haya tenido tanto éxito y que gracias a ella lleguemos a mucha más gente que a través de nuestros otros canales como páginas web, listas de correo, etc. La esperanza es que nos ayude a promover nuevos canales descentralizados, según se vayan implementando.

MG: Me he descargado deadSwap y quiero utilizarlo y explorarlo. En la página dice “Internet está muerto. Para evadir a la fanfarria del control capitalista, la comunicación entre iguales ha de abandonar Internet para asentarse en los callejones oscuros de las operaciones secretas. La cooperación entre iguales ha abandonado la Red y sólo puede sobrevivir en células clandestinas”. ¿Qué me puedes contar de este proyecto? ¿Hay gente utilizándolo ahora mismo?

DK: No tengo ni idea si hay gente utilizándolo, en estos momentos no estoy llevando ninguna red.

Al igual que Thimbl, deadSwap es un concepto artístico. Pero a diferencia de Thimbl, que tiene el potencial de convertirse en una plataforma utilizable, deadSwap es parodia pura y dura.

Se desarrolló para la conferencia Sousveillance de 2009, “El arte de la vigilancia inversa”, celebrada en la Universidad de Aarhus. deadSwap es un juego urbano distópico en el que los participantes hacen las veces de agentes secretos, comparten información en memorias USB, las esconden en localizaciones secretas o, de forma alternativa, las intercambian clandestinamente y se comunican a través de un portal anonimizador de SMS. Es una parodia de la “cúpula hacker” y su reacción al cerco de Internet: esa convicción de que las nuevas tecnologías encubiertas vencerán todo intento de censurar Internet y que, gracias a todo este aparato clandestino, siempre seremos más listos y andaremos un paso por delante de los propietarios y controladores de nuestros sistemas de comunicación. Esta actitud rechaza desde un principio cualquier análisis de clase, con una creencia inamovible en la habilidad que tenemos los hackers para superar la represión estatal y corporativa. Aunque es un concepto muy simple, deadSwap sería muy difícil de poner en práctica. El propio manual dice: “el éxito de la red depende de la competencia y diligencia de los participantes” y “convertirse en un superespía no es nada fácil.”

Sousveillance. “El arte de la vigilancia a inversa”. Universidad de Aarhus, Dinamarca, 8-9 de febrero, 2009

MG: ¿Qué otros servicios/plataformas/proyectos ofrece el Colectivo Telekommunisten a los hackers imaginativos, aventureros y con conciencia social?

DK: Ofrecemos servicios de hosting para individuos, pequeñas organizaciones y, especialmente, para artistas. Tenemos hosting para newsletters, y un servicio de llamadas a larga distancia. Nos puedes encontrar en IRC en in#telnik, dentro de freenode. Vamos a estar especialmente enfocados en Thimbl y damos la bienvenida a todo aquel que quiera participar en el proyecto. También tenemos un foro para la comunidad con el que coordinar todo esto que podéis encontrar aquí.

Quien quiera seguir mis actualizaciones personales, pero prefiere mantenerse apartado de redes sociales, casi todas mis actualizaciones también se publican aquí.

MG: Gracias por esta conversación fascinante, Dmytri.

DK: Gracias a ti, Marc. 🙂

Fin de la entrevista.

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Referencias:

1. [Marx/Engels. Archivo de Internet(marxist.org/espanol) Correspondencia Marx-Engels: Engels a Conrad Schmidt, Londres, 5 de agosto de 1890. VersiónOnline.]

2. [InfoEnclosure-2.0. Dmytri Kleiner & Brian Wyrick. Lunes, 29 de enero, 2007.]

N.de.T.

a. [Venture Communism en el original, juego de palabras (y por admisión del propio Kleiner, como explica más adelante en la entrevista) sobre Venture Capitalism o “Capital de Riesgo”]

b. [“Creative Anti-procomún” juego de palabras con el nombre de la licencia Creative Commons.]

c. [InfoCercamiento 2.0.]


Guerrilla Translation/Relacionado:Strip Cuatro EscenariosCuatro escenarios futuros para la economía colaborativa/ Michel BauwensStrip: Rushkoff in Real Life“El objetivo del juego no es tener un juego con objetivo”/ Douglas RushkoffStrip Capitalism works¡El capitalismo me funciona! Verdadero/Falso/ Steve Lambert


La ciudad es una selva

yeswecamprome

Este texto es una remezcla de Esbozo del manifiesto del arte de propaganda (Fortunato Depero, 1929), Las ciudades invisibles (Italo Calvino, 1972 ), Bienvenidos a la ciudad más libre del mundo (Gianfranco Sanguinetti, 1977), Para una guerrilla semiológica (Umberto Eco, 1987), Los invisibles (Nani Balestrini, 1987), Esta revolución no tiene rostro (Wu Ming, 2002), Multitud (Toni Negri – Michael Hardt, 2004), Generación Post-Alfa (Franco Berardi BIFO, 2007). No se han usado palabras no contenidos en dichas publicaciones. Se han ensamblado frases completas. Esta remezcla italiana es un homenaje a las luchas de dicho país en el contexto de la acción-proceso #19O #sollevaziones de 2013.

La ciudad es una selva. Los guerrilleros urbanos conocen su territorio de manera capilar, y eso les permite reunirse y atacar en cualquier momento y luego dispersarse en sus escondrijos. Velocidad, practicidad, electricidad. Desobediencia y resistencia, sabotaje y deserción, contrapoder y procesos constituyentes. Aquí nos hayamos frente a una especie de abismo. Contra el guetto, contra el clero, contra los machos, contra la escuela, contra el aburrimiento.

Aquí nos hayamos frente a un espacio estratégico desconocido, ¿qué puede llegar a ser la multitud? Un ruido que viene de todas partes. Un gran dragón multicolor tatuado. La prosa carnavalesca es la que rechaza el monólogo y la pretensión de una verdad acabada. La verdad no nos salvará. Lo carnavalesco, el diálogo y la narración pueden adoptar la forma de la multitud.

La ciudad es una selva. Con el paso del tiempo, las palabras fueron sustituyendo a los objetos y los gestos. Por eso hay que seguir narrando, montando las historias como si se tratase de espacios públicos para habitar, transformar y recorrer y no sólo para visitar y admirar. El enfrentamiento se produce entre narraciones abiertas y narraciones cerradas. Historias que muestran el funcionamiento de la máquina mitológica e historias que lo esconden. Narradores que se dirigen a otros potenciales narradores y vendedores de historias que buscan sólo compradores. La batalla por la supervivencia no se gana en el lugar de donde parte la información si no de donde llega.

Saber lo que no hay que hacer, es actualmente tan importante como saber lo que hay que hacer. En una época en que las ideas se vuelven peligrosas no se trata de predicar otra idea de riqueza, sino de crear un movimiento de ricos, es decir, de personas libres que no posean nada, que tengan necesidades de poquísimos y de disfrutar del proprio tiempo como propiedad inalienable. Un movimiento del ocio y del sabotaje, un movimiento de la substracción y de la lentitud, multiplicado por la infinita velocidad de la red.

El coraje, la audacia y la rebeldía serán elementos esenciales de nuestra poesía. Nos confundimos, nos abrazamos. ¡Música maestro! ¡El trabajo es el sabotaje de la vida, saboteemos el trabajo! ¡Destrucción de la sociedad del espectáculo! Volver a la ofensiva significa: organizar la autodefensa de los territorios conquistados. El grado de autonomía real que sepamos alcanzar con relación a los cadáveres del pasado decidirá la suerte de nuestro movimiento. ¡Música maestro! Nosotros somos nuevos, pero somos los de siempre. Somos viejos para el futuro, ejercito de desobediencia cuyas historias son hachas, en marcha desde hace siglos sobre este planeta.

Volver a la ofensiva significa: generalizar y radicalizar la insubordinación contra toda jerarquía, ejercitar nuestra creatividad contra la sociedad del espectáculo, sabotear las máquinas y la mercancía, promover huelgas salvajes indefinidas. La cuestión no es táctica, sino estratégica. Hay que seguir narrando.

La ciudad es una selva. La ciudad es una telaraña de relaciones intrincadas que buscan una forma. En cada segundo, la ciudad infeliz contiene una ciudad feliz que ni si quiera sabe que existe.

Tenemos la mala suerte de vivir en un tiempo interesante.

#SmartCitizensCC: Inteligencia colectiva en entornos rurales

Este texto se publicó previamente en Paisaje Transversal. 
El pasado 13 de septiembre realizamosel primer encuentro digital del proceso #SmartcitizensCC en el marco del sexto encuentro de la red Arquitecturas Colectivas en Galicia (#AACC_Galiza). En esta conexión internacional participaron gente desde diversos puntos del planeta para hablar sobre prácticas colaborativas e innovación social en el mundo rural. El debate se focalizó en analizar y aprender de experiencias que estén sucediendo en otros tableros de juego que no respondan al apelativo de «ciudad».
Durante el mismo se hizo una
conexión en directo con #AACC_Galiza en Valadares, donde
intervinieron los colectivos asistentes al encuentro, que tuvieron la
posibilidad de interactuar con experiencias al otro lado del océano,
tales como el colectivo
Sursiendo (México), Alfonso Pérez
Urzábal (Francia), Bernardo Gutiérrez (Brasil), Carolina Espinoza
(España) y Paisaje Transversal. Podéis  leer la relatoría completa y el Storify del encuentro y ver el vídeo íntegro del
hangout a continuación
.

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Pierde el control, dispérsate

ILoveP2P

Imagen: Antonio Cambronero, blogocket. Licencia: Creative Commons Share Alike

*Texto publicado primero en la revista Yorokobu por Bernardo Gutiérrez.

¡Pierde el control, dispérsate! No es un grito veraniego prevacacional. Tampoco el título de un hit discotequero. Digamos que podría ser el grito de la nueva era. De momento, lo dejamos en algo más modesto: como el mantra de la innovación que viene. Otra opción: Pierde el control, dispersate  es apenas el bote salvavidas para sobrevivir a la Era de las Redes Sin Centro Ni Periferia. ¿Insinuamos que casi todo lo macro y vertical naufraga estrepitosamente y que la dispersión nos salvará? Más o menos.

¿Y a qué suena  este nuevo Mantra Disperso? Algo así como «no centralices:  incentiva la conexión de los nodos dispersos de tu red». El estribillo es pegadizo:  «no impongas una idea, mejor crea un imaginario y que los mensajes fluyan sin epicentro». El coro colectivo es tremendamente sexy: «no pretendas ninguna unidad de nada: busca la dispersión máxima de tu red». Y el final confirma el temazo: «pierde el control, porque la red encontrará su propio equilibrio. Y seguimos dispersándonos con un bis inevitable: «no te esfuerzas en crear una linealidad: apenas crea espacios neutros de convivencia. Que el caos se autogobierne en los espacios comunes». ¿Hemos perdido la cabeza? Para nada.

Tiremos de historia reciente para justificar el Mantra Disperso.  Aquellos directorios marmotreto como el que creó Yahoo allá por el año 2000 – miles de internautas contratados recopilando links- fueron sustituidos por plataformas abiertas y habitables como Wikipedia o Delicious. La inteligencia colectiva y descentralizada demostró ser más eficiente que la suma de gurús.  En la era dispersa la innovación llega de la mano de la comunidad, como lo hace en la ya clásica plataforma de contenido Slashdot. Uno de los puntos del Manifiesto Crowd, cocinado para el bien común por Juan Freire y Antoni Gutiérrez-Rubí, recalca esta intuición: «La complejidad actual no se puede controlar con planificación pero se puede gobernar diseñando las infraestructuras relacionales». Pierde el control, pero genera un espacio relacional habitable. Crea incubadoras de comunidades, cultiva vínculos, construye cajas de herramientas. Y que no te importe en qué lugar o plataforma ocurran las relaciones. Desde el Comité Disperso, surgido recientemente en el entorno 15M, realizan un intenso elogio de la dispersión: «Desde el respeto mutuo, organizarse en la dispersión facilita la colaboración de personas y colectivos en diferentes grados, según sus propios deseos, capacidades y posibilidades, en cada momento.»

Del mundo empresarial a la comunicación, de la política a la cultura,  el Mantra Disperso va conectando los pares sueltos. Y va sustituyendo los hasta entonces centralizados y férreos pilares de la sociedad. De hecho, el libro Out of Control, publicado por Kevin Kelly en 1995, podría considerarse la Biblia de la innovación no centralizada. «El éxito, en un mundo enredado en nodos descentralizado, pertenece a aquellos planes que incentivan la replicación», afirma Kevin Kelly. La placa de hardware libre Arduino, que ya es plataforma y comunidad global, muestra el poder de la dispersión. El protocolo / método Arduino es utilizado de formas nunca previstas por sus creadores. Dispersión conectada, de forma no prevista, por caminos no sospechados. Un firme código ético – manten siempre el código abierto de la placa –  garantiza la conexión comunal de la dispersión.

Uno de los gritos escuchados en las calles en los últimos años podría resumir la esencia de este Mantra Disperso: «El pueblo distribuido jamás será vencido». Una red peer-to-peer, sin centro ni periferia, es infinitamente más robusta que una red centralizada.  El pueblo unido es reducible a una identidad, a un territorio. El Pueblo Unido Jamás Será Vencido es un paquete que llega a ser previsible. Por eso, las revoluciones de masas dieron paso a las guerrillas reticulares. Y las guerrillas sesenteras de mil cabezas dieron paso a los enjambres sin rostro de la era Anonymous.  La multitud, como afirman Toni Negri y Michael Hardt, es plural y múltiple. Y en su dispersión, en su no-centralidad, reside su fuerza.  De nuevo, el grito del Comité Disperso que reivindica una «nueva forma de organización más sostenible» podría ser un faro inspiracional: «Posibilitar confluencias temporales y consiguientes alejamientos. Facilitar ciclos y dinámicas que no tienen por qué ser estables, puesto que en su propia inestabilidad resultan más efectivas por su capacidad de adaptarse a las circunstancias de cada momento». ¿Elogio de la dispersión para la innovación social? ¡Exacto!

Ya lo sabes. Elogio a la dispersión es la canción del verano.  El final del Manta: Baila colectivamente y pierde el control. Y ahora, dale al copypaste. Copia. Pega. Descontrola. Copia. Pega. Dispersión…